Quantcast
Channel: jovencitas – Relatos Porno | Relatos Eróticos : Comunidad de Historias de sexo gratis.
Viewing all 24 articles
Browse latest View live

el culo de mi novia

$
0
0

todo comianza cuando una tarde entre al cuarto de mi hijo de 14años y lo encontre justamente masturbandose con una pelicula porno.
Lo mire y le dije: jose que carajo estas haciendo, sos muy chico para ver esas cosas, estas castigado y le voy a contar a tu madre sobre todo esto y no quiero que me digas una palabra. Mi hijo lo unico que hizo fue disculparse y decirme por favor no le digas nada a mama que me va a poner un castigo y de seguro no me deja usar la pc.
Yo le respondi que se callara la boca y se metiera en el cuarto, fui con mi mujer y le dije todo. Al otro dia mi novia carla entra en el cuarto de nuestro hijo, lo sienta en la pc y le dice:
Jose veo que estas un poco perturbado todo el tiempo mirando estas peliculas porno, no dejas de tocarte en ningun momento en lugar de estudiar.
jose: mama por favor no me quites la pc, solamente me masturbe mirando la peli, no seas mala.
victoria: hijo estas completamente obsecionado, vamos a tener que hablar con tu padre muy seriamente.
jose; no mama porfavor solamente mire la pelicula y me masturbe y tuve muchas fantasias.
victoria: fantasias???????? sobre que, decime a ver que pensas
jose: mama lo que pasa que no se si decirtelo, me da miedo que pienses mal, no quiero que me castigues.
victoria: yaaaaaaaaaaa decime que me estoy enojando.
jose: bueno mama no pienses mal pero vi una peli porno de una mujer muy culona que me volvio loco y en la noche tuve fantasias, no se si contarte pero…. eehhhh… no te enojes mama pero…
victoria: yaaaaaaaaa no te aguanto mas decime.
jose: bueno mama la verdad es que vos formastes parte de mis fantasias… no te enojes porfavor mama
victoria: queeeeeeeeeeeeeeee estas totalmente loco, que yo forme parte de queeeeeeeeeeee…. en realidad mi novia se hacia que estaba enojada pero le intrigaba la situacion y le dijo: ya me contas que pensastes.
jose: bueno mama en realidad me imagine que caminabas por la calle con una falda corta con esa misma que tenes ahora y debajo llevavas una… no te enojes mama pero sigo contandote????
victoria: si continua… mi novia comenzaba a ponerse mas atenta a lo que mi jose le preguntaba.
jose: bueno mama ibas caminando con esa falda que siempre te para terriblemente ese culo… digo esas nalgas que tenes y se marcaba mucho sobre la falda que llevavas una tanga debajo bien metida en tu colita…
victoria: aaaaaa nooooooo pero si estas loco de verdad y que hacia yo?????
jose: yo iba a tu lado y tu caminabas un poco delante de mi y movias el culo… digo tus nalgas para los costados, la falda se te metia en el culo ya que lo tenes demasiado grande. y bueno los hombres te decian cosas que a mi me exitaban en lugar de hacerme enojar
victoria: a ver que me decian???
jose: ufffffff que culo que tiene tu mami por dios, como esta para metersela entera por el culo, paso otro que te dijo que con ese culo tan grande tenias que dejarte cojer por tu colita.
mi novia a todo esto comenzo a ponerse nerviosa y a impasientarse para que le sigan contando.
jose: y bueno me exite con que te miraran el culo mientras caminabas.
victoria: sisi estas obsecionado con mi culo por lo que veo jose esto esta totalmente mal(ella se hacia la desentendida pero por dentro comenzaba a calentarse que su propio hijo se masturbara con su culo)
jose: y bueno mama otra vez soñe que me ibas a buscar a la escuela asi igual vestida como estas ahora y mis amigos te miraban la tanga cuando te inclinastes para buscar algo en la cartera, te inclinastes juntando las piernas sin flexionarlas y la falda se te levanto y se pudo ver la tanga blanca que llevabas por debajo formando un triangulo blanco que se te metia bien entre las nalgas y se asomaba por debajo tu concha tapada por la tanga totalmente hinchada a esplotar, en el sueño yo logre ver como se formaba una linea en tu tanga tapando la concha que dividia la tanga a la mitad de tan apretada que tenias la concha tan abultada.
victoria: contunua… continua y mi novia sin querer abrio un poco sus piernas y mi hijo logro ver la tanga por delante tambien blanca tapando la pepa de victoria, ajustada marcando bien la linea en el medio, brillante pero ella no dijo nada y mi hijo seguia contandole sin sacar la mirada de entre sus piernas.
jose:mama no te pongas mal pero desde que vi esa peli porno vi que tu tenes el culo igual pero igual y mejor que las mujeres que hacen esas pelicular
victoria; esos crees…. tan bien tengo el culo…
jose: si mama mis amigos te miran y siempre me dicen que quieren culearte todo el mundo te mira, hasta yo te miro y vos todavia todo el tiempo estas de faldas, o calzas ajustadisimas que se te marca totalmente ese culo parado que tenes
victoria: hijo pero tan loco estas con mi culo???
jose: si mama decime porfavor, te gustaria que te coja alguien mas que no sea papa??? que te coja algun amigo mio o cualquier otra persona???
victoria: jose yo se que es una fantasia pero como podes pensar eso, no te miento que me calentaria si claro que otro me coja o que me mire la tanga.
jose: mama te gustaria que te chupen la cola mientras vas caminando conmigo o que te la metan por el culo mientras estamos de compra???
victoria: no te voy a mentir pero me exita que me vean el culo y me miren la tanga y tambien me gustaria que otro que no fuera tu padre me clavara por las nalgas.
jose: ufffffff mama no lo puedo creer… te puedo pedir algo mama??? solo una cosa???
victoria:ehhhhhhhh que me queres pedir.
jose: solamente mama me gustaria verte caminar hasta la ventana con esa falda y que te inclines mostrando tu culo como en la fantasia.
victoria: bueno lo voy a hacer solo para ver si con esto te dejas de masturbarte a cada rato pensando en mi, victoria le dio la espalda, camino lentamente de espaldas a el mirandolo todo el tiempo, puso cara bien de puta como de costumbre, saco su lengua se la paso por los labios y riendose picaronamente se inclino lentamente, mientras lo hacia la falda se subia lentamente dejando ver las dos enormes nalgas y seguia agachandose, sus nalgas se abrian asomando la choncha totalmente abultada tapada por la tanga y un poco mojada por la calentura que tenia.
jose: uffffffff mama quedate asi decime te gustaria que te chuparan la tanga hasta dejartela mojada toda empapada en saliva???
victoria: mmmmmmmmmmmm si jose asi estoy totalmente entregando el culo como una puta de esas pelicular.
jose: si mama se te parte el culo de lo divino que lo tenes, como has de cojer con ese terrible culo, me imagino como lo debes usar, tambien me imagino como te debes sentar en una verga, le romperias la verga a cualquiera con esas nalgas, seguro que te falta mucha verga por ese culote que tenes, ese culo mama necesita verga todos los dias y solo con mirartelo se ve que lo pide todo el tiempo.
victoria: jose solo te mostre mi culo y mi tanga para que dejes de obsecionarte pero entende que soy tu madre y esto esta totalmente mal.
jose: mama ya lo se pero no dejo de pensar que mostras el culo todo el tiempo y que te la clavan por atras, y fue jose hasta la ventana y la abrio de par en par dejando toda la habitacion expuesta hacia afuera, cualquiera que pasara podria ver totalmente todo hacia dentro.
jose: mama te gustaria mostrar el culo ahora hacia afuera, vi que estas exitada porque tenes la tanga toda mojada, solamente quiero que te inclines sobre la silla de la pc y muestres el culo hacia afuera. sin pensar quien podria pasar y calentarte.
victoria fue hacia la silla y se arrodillo con las piernas juntas, apoyo los codos sobre el escritorio de la pc, levanto la falda y dejo el culo totalmente al aire con la tanga bien metida en el culo apuntando hacia la calle.
jose: ufffffffffff mama que pedazo de culo que tenes, te gustaria que te lo chupen y te metan la verga ahora…
victoria: siiiiiiiiiii hijo estoy totalmente caliente, me pusistes a mil diciendome todo sobre mi culo y lo puta que pensas que soy.
jose: mama puedo pasarte la lengua por la tanga blanca por esa parte abultada que sale detras de ti mientras alguien podria ver lo que hacemos???
victoria; bueno hijo dale pasame la lengua… se notaba claramente como jose se puso detras de ella, la agarro de las nalgas, se las abrio un poco y las cerraba mirando como las nalgas de victoria se comian la tanga y cuando las abria dejaba ver la concha bien tapada por la tanga totalmente tirante, jose comenzo a pasarle la lengua por la tanga dejandola poco a poco totalmente pegajosa llena de saliva la cual se le pegaba mas a la concha de victoria y al estar empapada en saliva la tanga blanca se volvia transparente dejando ver los labios de mi novia totalmente hinchados.. juntos, abultados, y su clitoris como un botos aparecia entre medio de ellos marcandose en la tanga, la vision era totalmente para hacerce una paja que durara toda la noche.
jose: uffffffff mama no puedo creer la concha que tenes, grande como una pera y como se te ve a travez por dios mama igual que en las peliculas, puedo bajarte la tanga????
victoria que ya estaba totalmente entregada le dijo que si y jose bajo la tanga y automaticamente comenzo a chuparle el culo a su madre muy lentamente.
victoria: uyyyyyy jose como siento tu lengua caliente en mi agujero, mmmmmmm siento el culo resbaloso y lleno se saliva.
jose: mama te la voy a meter no aguanto mas es mi sueño por favor dejate…
victoria: bueno hijo solamente te voy a dejar que me la metas pero un par de veces nomas para que sientas lo que es mi culo que tan obsecionado que te tiene y la sacas enseguida ok
jose saco su verga un poco chica ya que tenia 14años y se la metio de una por el culo de su madre ya que el culo de su madre era enorme y la verguita de mi hijo no le hacia absolutamente nada. jose comenzo a meter y sacar la verga del culo de victoria un par de veces pero no se detuvo como le pidio su madre y para peor con la ventana abierta era totalmente exitante para el, mas o menos se la metio como 10 minutos y se acabo toda la leche dentro del culo de su madre.
victoria le dijo ahora te vas a tu cuarto y no contas absolutamente nada a nadie ok, esto termino aca…(pero ella sabia bien que no iba a terminar solo ese dia y que iban a continuar las culeadas)
victoria se puso la tanga blanca y se fue a acostar y no me dijo absolutamente nada, yo a todo esto supuestamente estaba durmiendo asi que me hice el dormido cuando victoria entro al cuarto, y se acosto a mi lado, deje que se durmiera y levante la sabana prendi la luz sin que se despierte y ella estaba de costado apuntando su enorme culo hacia mi y fue descomunal ver como la leche de jose salia de su culo y chorreaba toda su tanga mientras dormia… y le llegaba la leche sobre la tanga en la zona de su concha, no lo podia creer y me masturbe tambien acabandole sobre la tanga a mi mujer mientras ella dormia…

Colaborador:


Perrita chancha

$
0
0

Hace un mes y medio que no tengo sexo, un tiempo largo que no siento una gran verga jugosa dentro mio… Todo comenzó este fin de semana, fui a la casa de mi amiga a visitarla y tenia su perra en celo.. Estaba atada, en su patio, cuando de repente empezó a acercarcele un perro, se le monto por encima y comenzó a introducirle el miembro… Al ver eso les confieso que tuve que ir al baño y secarme mi sexo con papel porque me había mojado toda con solo verlos…
Tuve todo el día cosquillas en mi clitoris, ganas de sexo, ganas de un trozo penetrandome…
El lunes regrese a mi casa, era la hora de la siesta, me recoste en mi cama, me saque la falda corta que tanto marca mis muslos, y me quede en una linda tanga blanca..
Prendí me netbook, y me puse a navegar en paginas porno,ya con solo ver los títulos me enloquecía de placer, estaba totalmente caliente.
Comenze a cargar un video porno, una chica jovencita masturbandose, les confieso que no soy lesbiana, no siento inclinación por las muejeres, pero cuando veo un video porno de una mujer atractiva, buena, tetas grandes buen culo, conchita depilada, me enloquece, puedo acabar viendo como se mete su vibrador en su conchita, lo saca, se lo mete en su culo, se toca sus tetas.. Mmmm dios de solo pensarlo me mojo de placer!!
Tengo juguetes de varios tamaños y formas y colores y texturas, pero esta vez queria algo diferente… Me dirigi a la mesita de noche, tome un envase de desodorante antitranspirante, me dirigi a mi cajon intimo, saque un preservativo, se lo coloque al desodorante y me meti en la cama.
Empese a tocar mis tetas, a pasarlo entre ellas, con la otra mano me corri la tanga, me tocaba el clitoris, lamia mis dedos, los rozaba en los labios, me introduci un dedo en mi culo, ohhh si que placer, podia sentir mi flujo saliendo de mi concha corriendo por mi sanja lubricando mi ano, introduci otro dedo en mi conchita toda mojada, resvalaba sin problemas, meti otro, asi de esa manera tenia un dedo en mi culo y dos en mi concha… Ya era extremo el placer, los gemidos eran fuertes, asique chupe mi desodorante y me lo meti de una en mi concha. Ahhh!!! que placer!!! que rico!! Parecia un lindo trozo rigido dentro mio!! Grite mucho, gemi sin parar, tocaba mis tetas, cogia mi culo con mi dedo al mismo tiempo que cojia mi concha con ese desodorante.. Una y otra vez sin parar hasta que el orgasmo llego revalsandome de flujo, flujo caliente, todo mojadito, placer incalculable.. Retire el envase de mi concha estaba caliente todo lleno de flujo, me lo meti en mi boca y lo chupe todo hasta dejarlo bien limpio imaginando una buena verga, saque mis dedos y los recorri por mis tetas hasta limpiarlos todos.. Era una de mis mejores masturbaciones, me senti como la perra de mi amiga, caliente, en celo, y acabando de placer…

Colaborador: Luly

Mi primera vez con Rosita, mi sirvienta

$
0
0

Hola tengo 20 años y vivo con mi hermana y mi madre. Tenemos una casa bastante amplia por lo que mi madre tuvo que contratar a una sirvienta quedada (tiene su cuarto en mi casa) llamada Rosa. Ella es una mujer un poco más grande que yo aproximadamente de 27 años.

La verdad era una muchacha de pueblo, pero tenía un cuerpo increíble. era morena, sus tetas eran de tamaño bastante considerable (a veces cuando salía de paseo usaba escotes y se le veían increíbles) y un culo bastante formadito por sus jornadas de trabajo.

No pasaba de masturbarme pensando en ella, fantaseando y a veces robando sus tangas de la ropa sucia para eyacular sobre ellas y meterlas de nuevo al cesto. Me encantaba olerlas, imaginaba su chocho que había ocupado esas prendas y me dejaba la verga seca de tanta paja hasta que comenzé a notar que me miraba de un modo un poco extraño.

Un día estaba en mi cuarto escuchando música cuando entró Rosa a hacer limpieza. No le presté atención y seguí con lo mío en mi computadora. Rosa traía sus pants de trabajo que no eran más que unos pants negros pegaditos que dejaban ver su culo casi al desnudo.

Cuando se puso a tender mi cama pude ver por el reflejo de mi computadora que la hacía de una manera muy sensual, me puso a mil y no pude evitar una erección. Empinaba su culito cada que se subía a la cama para sacudirla, casi quedaba acostada boca abajo, parando el culo como si quisiera que la viera. Me paralicé y decidí no voltearme a verla o decirle algo.

Al día siguiente mi hermana salió con mi mamá a comer y de compras, yo me quedé solo viendo la televisión en la sala, para esto rosa se había puesto de nuevo sus pants negros y una blusita casi de trapo con botones en el escote, y mientras sacudía los muebles la vi de reojo que se quitó dos botones, dejando ver sus ricas tetas.

Ella sacudia y sacudía, y en una de esas al inclinarse demasiado alcanzé a ver sus pezones, sus tetas colgaban de una manera hiponitizante mientras limpiaba la madera de la mesita de te y sabía que lo hacía para provocarme. No pude evitarlo de nuevo y tuve otra erección. Decidí apagar la tele y subir a mi cuarto para hacerme una paja y calmarme.

Entré a mi cuarto, me desabroché el pantalón y saqué mi verga erecta para empezar el acto de masturbación cuando me puse a pensar que podía cogermela, que ella me estaba entregando ese par de tetas en bandeja de plata y muy posiblemente ese culo de campeonato.

Me quedé en boxers y coloqué mi verga de modo que quedara sujeta con el elástico del boxer, para dirijirme a la cocina donde ahora estaba lavando trastes. Me asomé para verla y ahí estaba ese culo listo para ser envestido por mi ya urgido y erecto pene.

Me le acerqué de puntitas para que no me oyera hasta que la tomé de la cintura y pequé su culo con mi verga, apretándonos mi verga se aplastó en ese canal donde su espalde deja de ser espalda. Rosa se alarmó al principio pero sedió muy fácilmente y comenzamos a jadear los dos

-Ay joven, creí que nunca se daría cuenta
-Claro sue me he dado cuenta me he masturbado mucho pensando en ti Rosita
-Oh si muevete papito así me gusta, mhhh

Comenzé a hacer el vaivén como si me estuviera haciendo una rusa con su culo, sin penetrarla
me quité el boxer y le bajé los pants, para agacharme a comer mi premio. Tenía su ano intacto y no olía feo como pensé que iba a oler asi que le meti mi lengua, haciendole vueltitas alrededor y dentro de su esfinter.

-Ay! papito ahí no, ay!! pero que rico se siente
-¿Te gusta?
-Me encanta méteme tu pedazo lo quiero adentro por favor quiero que me penetres, soy tuya, hazme tu hembra!

Dejé de besar su ano tras darme cuenta que su chochito peludo estaba bien mojado.

-Vamos a la sala

Me la llevé y la tiré en el sillón, y abriendo sus piernas me jaló hacia ella, haciendo que nuestros cuerpos se hicieran uno. Quedé muy cerca de su rostro y comenzé a besarla, su lengua hacía movimientos increíbles. Coloqué mi verga sobre su ano pero me detuvo.

-No chiquito, mejor por ahí otro día si?
-Si mi amor, entonces te la daré por tu chocho

Metí mi verga en su húmeda vagina sin ningún trabajo y comenzé a bombear mientras le sacaba las chichis de su blusa dejandosela puesta. Cuando de repente comenzó a salir líquido de sus pezones.

-Ay papi perdoname esque estoy lactando

Eso me puso a mil y le dije que me exitaba la leche materna, ofreciendome sus dos tetas para mi deleite. Comencé a tomar su lechita cuando comenzó a decirme:

-Ahora tú dame tu flechita, la quiero toda adentro porfavor
-No quiero dejarte preñada
-No te preocupes me estoy cuidando

Al darme luz verde comenzé a bombear con más fuerza, cuando de repente Rosita comenzó a tener espásmos, su espalda se arqueó completamente y su vagina comenzó a extrangular mi glande, sentía como si me estuvieran ordeñando y ya no pude más, eyaculé unas 9 veces llenandola de mi leche.

-Ay que rico se siente, me llenaste toda gracias papito

Nos quedamos pegados un rato y cuando se me bajó la erección mi verga se salió solita dejando escapar mi blanco semen de su vagina.

-Quiero que sigamos cogiendo
-Está bien, cada que podamos lo haremos, no sabía que tenias leche de teta
-¿Te gustó?
-Sabe muy rico
-Te puedo dar flechita cuando quieras papito sólo pidemela.

Hablé por móvil a mi hermana y le pregunté si iban a tardar, a lo que dijeron que sí, colgué y le propuse a Rosa bañarnos juntos, ella dijo que sí y nos metimos a la regadera. La besé mientras bañaba su cuerpo y ella el mio. No pude evitar tener otra erección y ella sonriente me la chupó en la regadera.

Eyaculé de nuevo esta vez no fue tanto pero todo fue a dar a su boca

-Trágatelo, te hace bien

Tragó mi semen y limpió lo que sobraba de semen en mi glande, terminando con un besito en la puntita de mi pene.

Terminamos de bañarnos, yo me fui a mi cuarto a cambiar y ella al suyo, después de ese encuentro todo cambió, ahora tenía una hembra en mi casa que hacía todas mis fantasías realidad. Por supuesto que seguimos cogiendo y probando otras cosas nuevas, sus fantasías y mis fantasías, pero eso quizás lo cuente en otra coacción.

Colaborador: Oocoon

El vecino nuevo

$
0
0

Una noche estaba en mi cuarto como de costumbre escuchando música , cuando de repente oí tocar la puerta de entrada de la casa . Rápidamente baje a abrir , antes mire por la ventana, esa noche estaba sola en casa , mis padres habían salido fuera de la cuidad. Al abrir la puerta me encontré con un joven muy guapo y fornido , era mi nuevo vecino que se había quedado fuera de su casa y me pidió que lo alojara unas horas antes de que llegaran sus padres . Lo deje pasar y puse la televisión para que no se aburriera y me senté junto a él , charlamos bastante y no se como , pero la conversación empezó a subir de tono y empezamos a hablar de sexo , en ese momento en la televisión comenzó una película muy erótica de donde salían gemidos grandes que nos empezaron a calentar , entonces mi vecino se acerco a mi y comenzó a besarme los labios , en ese momento le seguí el juego y el lentamente movió sus manos a mis pechos y comenzó a frotarlos y enseguida bajo sus labios a mis pechos y empezó a chuparlos , sin mas que hacer me entregue al placer y tenia mis bragas empapadas de lo cachonda que me puse , el vecino comenzó a bajar sus manos hasta llegar a mi vagina y comenzó a frotarla fuertemente introduciendo sus dedos una y otra vez , su polla estaba muy dura a punto de explotar así que no aguanto mas y brutalmente me agarro el pijama y lo quito completamente , yo quedo solo en ropa interior y no se demoro ni un segundo en quitarme todo y sacarse la ropa el y me tiro al sillón , yo caí de piernas abiertas , el aprovecho el momento y metió bruscamente su polla dentro de mi coño haciéndome sentir un gran dolor de placer y así cada vez mas fuerte , yo gemía descontrolada de placer ah! ah! ah! mas fuerte mas fuerte y el me obedecía y me daba unas embestidas fuertes con su polla gigantes después de varios minutos termino y acabo en mi boca , se vistió y afuera tocaron la bocina , eran sus padres que habían llegado . Después de eso cada noche que me encuentro sola en casa , invito al vecino para que me coja .

Colaborador: Romane

La historia de las hermanas II: Nadia

$
0
0

El siguiente evento ocurrió semana después de que empecé a coger con Janet. Volvía a mi casa después de la escuela hacia algo de calor. Cuando faltaban unas cuantas cuadras para llegar a mi casa, escuche una voz a mi lado: Hola Adriancito, gire mi cabeza y ahí estaba Nadia, en su uniforme del ultimo año de prepa, llevaba una falda corta azul marino y una camisa de botones blanca con el logo de su escuela.
Se veía muy bien, como siempre. Hola Nadia, veo que también saliste de clases, ¿no es algo temprano para ti? Me dijo que era el fin del semestre y que cada día que pasaba había menos cosas que hacer, solo entrega de trabajos y exámenes. Bueno eso esta muy bien, más tiempo libre, porque mejor no te fuiste a dar la vuelta con tus amigas o con algún novio. Me explico que su novio estaba algo ocupado con sus trabajos finales y que ella prefería irse a casa. Así nos fuimos caminando hasta que llegue a mi casa, le dije bueno, nos vemos. Entonces ella me dijo, puedo pasar un momento, quisiera hablar contigo sobre algo. Esta bien, no tengo mucho que hacer y me aburre estar solo, en realidad quería aprovechar el tiempo y masturbarme un poco, pero no podía simplemente decirle a Nadia que se fuera, después de todo yo soy el amable vecino. Abrí la puerta usando mis llaves y la invite a pasar, le ofrecí algo de beber, acepto un vaso de agua. Le dije que en la sala de estar estaríamos más cómodos, encendí el aire acondicionado. La invite a sentarse en donde quisiera.
Teníamos una sala de tres piezas, un sofá sencillo, uno doble y uno triple, me senté en el individual y ella en el doble, estaba frente a mi. Bueno, soy todo oídos, ¿de que quieres hablarme? Janet me contó que la ayudaste a instalar la computadora la semana pasada. A sí le dije, yo le ayude, y de paso le abrí el culo, pensé. En parte vine a agradecerte por la ayuda. No hay de que, fue un placer le dije. Bueno también hay algo que quiero preguntarte. Ese día, ¿notaste algo raro en Janet? Se estuvo comportando muy raro, a pesar de que teníamos la computadora nueva, casi no mostró interés y se fuer a dormir muy temprano, a pesar de que ese día era su día libre y se supone que no hizo nada. Al día siguiente note como que caminaba raro, ¿tu sabes si le paso algo? Bueno le dije, yo no note nada raro ese día. Ella frunció el seño y me dijo, ¿estas seguro? Su gesto me puso nervioso, y aun cuando quise controlarme, titubee un poco y le dije: S si, seguro. Bueno dijo Nadia mientras cruzaba las piernas y los brazos. Mira yo se que algo paso. No sé de qué hablas Nadia.
Ella parecía cada vez más y más molesta y yo me encontraba algo incomodo. Ese día yo llegue antes a la casa, y no voy a decir que te vi, porque no es cierto, la puerta estaba cerrada y pensé que Janet estaría con su novio o algo así. Pero escuche una voz muy familiar salir de la habitación. ¿A sí? Sí dijo Nadia mirándome fijamente. Yo estaba muy nervioso, no sabía como reaccionar, ni que me pediría Nadia a cambio de su silencio, pero seguí haciéndome el tonto. ¿De quien era la voz? Eras tu Adriancito, no te hagas el tonto, te escuche decirle barbaridad y media a mi hermana. Lo que más me sorprendió fue que ella te seguía el juego. ¿Cómo es posible? Es bastante más mayor que tu. En ese momento se me ocurrió que Nadia estaba controlando la situación y eso le daba mucha ventaja, así que decidí algo arriesgado pero si funcionaba podría salir bien librado de esta. Ok Nadia, ok, si era yo. Tuve sexo con tu Janet, pero no la obligue a nada, además tu hermana ya es mayorcita y sabe bien lo que hace. Nadia frunció la boca y se veía realmente molesta, creo que iba con la idea de regañarme y que yo me quedara callado. No se cual es el problema, si quieres acusarme con mi madre o algo así, te sugiero que primero pienses en el problema que le causarías a tu hermana. No, dijo ella, no tengo intención de acusarte, no soy tonta, esto puede ser un escándalo y no quiero que por causa de la puta de mi hermana me castiguen a mí también por no haberla delatado ese mismo día.
Lo que quiero es comprender que paso, como es que un adolescente imberbe como tu se las arreglo para cogerse a una mujer como mi hermana. A que te refieres Nadia. No soy ciega Adriancito, yo se que mi hermana es muy guapa y tiene un gran cuerpo. Tiene al hombre que quiera y eso lo sé porque al final siempre termina por contarme todo. Lo que me molesta es que aunque le dije que sabia que había tenido sexo ese día, se reuso a contarme con quien y encima negó todo, hasta que le dije que la había escuchado. Me dijo cualquier cosa, pero no me dijo con quien. Si no te hubiera escuchado no habría sabido que fuiste tu. Ahora quiero que me cuentes como engañaste a mi hermana para que tuviera sexo contigo. Su tono era enérgico y autoritario. Quiero dejar en claro algo Nadia, yo no engañe a tu hermana. Fue algo totalmente por su voluntad y sin ningún tipo de chantaje. Supongamos que así fue, como fue que lograste convencerla. Me cruce de brazos y le dije, en serio ¿quieres saber como fue que convencí a tu hermana para tener sexo conmigo? Sí me dijo con seguridad. Le mostré mi verga,le dije con una sonrisa. ¿Qué estas diciendo degenerado? Lo que escuchaste, convencí a tu hermana de que me viera el pito y después de eso, no pudo resistirse, me suplico que la dejara tocármelo.
Estas mintiendo dijo ella, algo turbada. A no, toda la situación me había excitado y se me había ido formando una erección. Me puse de pie frente a ella, lo que provoco que se hiciera para atrás en el sillón, como alejándose. ¿Que estas haciendo? Me dijo, algo nerviosa. Te voy a enseñar que no estoy mintiendo. Baje el cierre de mi pantalón y mientras sacaba mi verga, Nadia intento huir, la tome con mi brazo libre y con el otro me saque el pito. Mira le dije mira bien. No, suéltame pervertido. Cuando Nadia vio mi verga completamente erecta, abrió los ojos desmesuradamente y siguió diciéndome que la soltara. Entonces solté su brazo y tome su cabeza firmemente con mis manos. Y le dije mira bien. Esto fue lo que le metí a tu hermana y ¿sabes que? Lo disfruto mucho. Entonces me di cuenta que esto se ponía muy serio y decidí que lo mejor era soltarla. La solté y comencé a disculparme, entonces ella se incorporo y me dijo eres un cabron y me dio una cachetada.
Entonces yo estaba pensando en que podría hacer y como comportarme cuando ella dijo, pero tienes una verga muy gorda, dijo mientras me la apretaba con una de sus manos. Toda la situación me parecía increíble, yo sabía que Nadia tenía novio, porque los había visto en un par de ocasiones, así que no creí que fuera a comportarse de ese modo. Entonces le dije, vamos a mi cuarto, aquí puede llegar alguien. Subimos rápidamente a mi habitación, la verdad no recuerdo como llegamos ahí, en cuanto entramos cerré la puerta con seguro, no me interesaba tener más sorpresas. Tome a Nadia por la cintura y la bese lo más cachondamente que pude, mi lengua se movió en su boca con firmeza y rapidez, acariciando la parte superior de su boca, tal y como había aprendido después de mucho practicar.
Mientras la besaba le amasaba los pechos, ella se separo de mi y me dijo, ya se que no son como los de mi hermana, pero los tengo bien puestos, entonces se desabrocho la blusa y se quito la camiseta que llevaba y luego su bra, arrojando todo al suelo de mi habitación. Antes de que se quitara la falda le dije, espera, quiero cogerte con la falta puesta. Ella sonrío y me dijo, vaya que eres un perversito, Adrián. La abrase desde atrás y le dije mientas le pegaba la verga al culo y le amasaba los pechos, veo que escuchaste por ahí que no me gusta que me digan Adriancito. Sí, lo escuche fuerte y claro, a mi hermana le costo la virginidad del culo y yo no quiero hacer algo que te moleste. Bueno le dije apretando sus pezones duros, me diste una cachetada, creo que seria justo que me compensaras por eso, putita. Le bese el cuello y ella dio un gemido cuando mi mano se metió bajo su falda y empezó a jugar con su panochita aun cubierta por un short de licra además de su panty.
Quítate el short y las pantys, me senté en mi cama, me quite el pantalón y la playera, mientras Nadia se meneaba ante mi dándome la espalda, metió las manos bajo su falda y saco el short con todo y panty. Agáchate un poco, sin doblar las rodillas, como si recogieras algo, espera mejor aun, recoge la blusa de tu uniforme y pontela, sin abotonarla. La vista era muy buena, el culito de Nadia era muy lindo, no era carnoso como el de su hermana, pero era mucho mejor de lo que podía esperarse. Los labios vaginales empezaban a brillar por la excitación, entonces se dio la vuelta y con una mirada de colegiala inocente dijo, así te gusta Adrián. Fue perfecto, ven aquí quiero chupar tu rica vaginita. Nadia se acerco, me beso y acaricio mi verga un momento, luego se acostó con las piernas abiertas mostrándome sin ningún pudor su pubis. Su bello estaba más depilado que el de su hermana, solo tenia un ligero mostacho en la parte de arriba, lo que le daba un aspecto más coqueto.
Olfatee su flujo y el aroma me puso aun más cachondo, me lance como un perro sediento a lamer y chupar con furia. Esooooo Adrián, chupame, cómeme, mmmmmm si mi novio supiera hacer estoooooooooo, eres todo un animal. Sus caderas subían y sus manos me empujaban, puse mis dedos en acción y empecé a masturbarla mientras lamia y chupaba su clítoris, el cual era grande y gordo. Ahí, ahí su puta madre, no te detengas cabron, me voy a correeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeer. Nadia se corrió, a diferencia de su hermana su flujo fue menor y su orgasmo no la dejo totalmente fuera de combate. Ella respiraba agitada pero se veía con energías para continuar, así que le dije. Ahora si putita, vas a ver lo que es una buena reata, no como la que te da tu novio. Si, Adrián, por favor métemela, ella misma se separo los labios vaginales con su mano, la visión era de lo más pornografica, su falda levantada sin ropa interior, la blusa a medio poner, su cara enrojecida y su cabello despeinado.
Me gustaría poder grabarte en video, te vez super puta. Soy super puta y no te preocupes, si lo haces la mitad de bien que como se lo hiciste a mi hermana, tu y yo vamos a ser muy amigos. Sonreí y empecé a meter mi verga en su panochita, al contrario de su hermana, Nadia se porto más valiente, no cerro los ojos ni dejo que se le notara si estaba sufriendo, aunque su panochita era muy apretada. Estas bien apretadita Nadia, tu novio no te coge o que? Mi novio no la tiene ni la mitad de gorda que tu cabron, empuja, ábreme, que el cornudo se de cuenta que me ha cogido un hombre de verdad. Eso me puso bien cachondo así que empuje con fuerza y senti como su vagina cedió de buena gana el paso a su nuevo inquilino. Mmmmmmm tu vergaaaaa es riquísima hijo de puta. Seré un hijo de puta, pero tu eres ahora mi puta. Siiiiii cabron lo que tu quieras, pero no te detengas.
Seguí empujando y le dije, Ahora me vas a decir que tanto escuchaste el día que me cogi a tu hermana. Mmmm escuche desde que la tenias clavada por el culo, cuando le dijiste que su culo era tuyo y de nadie más. Mmmmmm puta madre que rico me cogessss, me puse muy caliente ese día. Llame a mi novio y fuimos a coger, pero no pudo hacerme terminar, ni porque estaba chorreando, métela más fuerte, tenia una semana, masturbandome a diario y cuando te vi hace rato ya no pude más decidí que tenia que coger contigo. En cuanto dijo eso empecé a moverme más rápido y ella comenzó a gemir y a gemir hasta que se corrió por segunda vez. Como yo ya estaba a punto de correrme trate de salirme y ella me dijo a donde vas y me abrazo con sus piernas evitando que me saliera, quiero que te corras dentro de mi, quiero sentir tu leche, no te preocupes por nada, tomo la píldora. Eso quieres, pues ahí te va, moví más fuerte las caderas y termine lanzando chorros de leche dentro de ella.
Nadia respiraba muy agitada, me recosté junto a ella y nos estuvimos besando por unos minutos, entonces recordé que tenia que compensarme la cachetada y le dije al oído, dame tu culo. Mmmm Adrian, de verdad eres un cabron, pero tienes la mejor verga que he tenido. Solo por ser tu dejare que me lo estrenes, pero con cuidado. Se puso de pie y colocando ambas manos sobre mi cama, meneo su culito aun cubierto por la falda. Que morbo me daba cogermela con el uniforme puesto. Levante su falda y acaricie sus nalgas, eran unas bonitas nalgas, pequeñas, pero firmes y con buena carne. Con un pequeño lunar en uno de sus glúteos. Empecé a besar y acariciar ese trasero, luego a lamer su culito. Poco a poco comencé a introducir mi dedo índice, sacándole unos cuantos pujidos y gemidos. Con cuidado Adrián, me duele un poco. Relájate putita, ya veras como te gusta. A cuantas le has dicho lo mismo cabron. A unas cinco, me encanta romper culitos. Y no lo dudo viendo lo grueso de tu pito mmmmm, se siente raro pero me esta gustando. Espera un poco, aun le falta abrirse más, comencé a masturbar su panochita, cuando le saque algo de juguito empecé a usarlo para lubricar su culo, con eso y algo de paciencia logre meterle primero dos, luego tres y finalmente cuatro dedos. Ya te quedo abierto, ahora si vamos a ver si eres igual o más valiente que tu hermanita. Ya veras que soy mejor que Janet, clávamelo. Sin decir nada, apunte mi verga y empecé a presionar con firmeza su culito. Esta vez no tenia espejo, así que no pude ver su cara, pero Nadia no soltó ni una queja. Cuando la cabeza entró, Nadia solo soltó un uff, entonces seguí presionando y metí el resto del pene, poco a poco, hasta que estuvo dentro por completo.
¿Que te parece putita? Ya tienes el culo abierto. Se siente increíble, no lo puedo explicar, me pone muy caliente sentir tu verga en mi culo, por favor muévete. Eso fue inesperado, generalmente recibo muchas quejas y se me pide continuamente que la saque y en algunos casos intentan violentamente zafarse. Si eso quieres, mueve tu culito tu misma, anda putita, yo se que te gusta lo que sientes. Entonces Nadia empezó a balancearse de adelantes hacia atrás lentamente. Su culito se sentía estrecho y caliente, me apretaba como si quisiera exprimirme. La sensación era maravillosa, me sacaba gruñidos de satisfacción, Nadia al escuchar mi reacción, se rió y empezó a moverse más rápido mientras decía, te gusta como te coge mi culito Adriancito, eso me molesto, así que la tome por las caderas y le dije quieres saber como se coge puta, ahora veras.
Y empecé una cogida salvaje, metiendo y sacando mi verga hasta la mitad y entonces Nadia empezó a gritar y a gemir. Que se siente puta, que se siente que te coge un hombre de verdad. SIIIIIIIIIIIIIIIII CABRON COGEMEEEEEEEEEEE!!!! PARTEME EL CULOOOOO! ME CORROO!! Como había acelerado mucho las embestidas y el ritmo yo también llegue a mi limite, así que se la saque toda y de una sola envestida se la clave hasta el fondo y me corrí a chorros. Nadia estaba desecha, y solo respiraba agitada, le deje la verga adentro, sentía como su culito se contraía y me apretaba, pero era obvio que yo ya no iba a tener otra erección ese día. Estaba exhausto. ¿Que te pareció putita? Le dije mientras le besaba la oreja y le acariciaba el pelo. Me encanto, dime que podemos repetir esto otro día. Claro que si putita, ahora tu culito es mío y de nadie más y te pudo coger cuando yo quiera. Si igual que a mi hermana ¿cierto? Jeje claro que sí, sus culos son todos míos. ¿Me obligaras a dejar a mi novio? No, puedes hacer de tu vida personal lo que quieras, solo tienes que tener presente que ese culo es mío. ¿Entendido? Sí, comprendo bien, solo espero que mi mamá me crea que camino raro porque me caí. No creo que Janet se crea esa excusa, pero allá ella por no contarme la verdad.
Nadia se vistió y yo también. La acompañe hasta la puerta, donde nos despedimos con un salvaje beso de lengua, nos veremos pronto Adrián. Nadia se fue caminando como si se hubiera caído de espaldas, su ropa estaba algo arrugada y su cabello estaba algo despeinado. Empecé a pensar en el hecho de que nunca me había cogido a dos hermanas y a preguntarme si aceptarían un trío, pero luego pensé que si una me dejaba agotado, dos me matarían, ademas no soy del tipo de hombre que se coge a dos al mismo tiempo, así que nunca lo intente. Yo estaba contento con la idea de poder cogerme a las dos hermanas.

Colaborador: AdrianXXX

La prima

$
0
0

Hola soy luis y tengo 17 años.

Mi relato es… Todo empiesa,un dia en el que estava con un pimo jugando en la calle, al cansarnos se le ocurre a mi primo y me dice ven acompañame a la casa y veras como mi prima te acaricia tu pene… y le dije ok vamos.
Al llegar le ablamos a mi prima, mi primo le comenta que yo queria sentir como acariciaba el pene y ella muy modesta dijo que si. Bueno me pidio que me bajara el siper y me sacara mi pene lo puso en su mano y me dijo “si que lo tienes grande” y no es por nada pero lo tengo de 15cm de largo y 5cm de diametro lo empezo a sobar lento y luego cada ves mas rapido hasta que lleguea un orgasmo, luego me pregunta te gusto y yo le dije que si, le abla a mi primo y le hace lo mismo, hasta q mi primo le quita la mano le baja los pontalones y una tanguita roja y le pone su pene en su vagina y luego yo le llego y le empiezo a lamer su hermoso culito de mi prima hasta que despues le empiezo a meter lentamente mi pene e isimos un trio fantastico al acavar le dimos las gracias a mi prima por aserlo tan fantastico y ella nos regalo un beso a cada uno.

Si te gusto comentalo mi prima y yo te lo agradeseremos :D

Colaborador: Luis franco

Teresa la prima perfecta

$
0
0

Hola a todos los lectores, he decidido contar situaciones que en la vida pensé que jamas me ocurririan pero que radicalmente me la han cambiado y han hecho de mi un adicto al sexo filial.

mi nombre es juan tengo 24 años, recien graduado de ciencias en una importante universidad de la ciudad de cartagena, el presente relato cuenta la historia que pase con teresa la cual es esposa de n hermano de mi novia y que por alágos o algun sentimiento considero como prima. toco comienza con aquellas miradas que nunca faltan por parte de los hombres, me considero un hombre miron que siempre está atento al minimo detalle de loc chochitos de las mujeres, siempre noté en teresa un bultico extra de lo normal, me parecia una mujer muy coqueta que siempre notó lo que yo miraba, buscaba la forma de pornerse en frente o a mi lado para tener asi fuera un minimo contacto con migo, siempre fui cariñoso y atento con ella la acompañaba a partes lejanas y de mi lado nunca hubo una insinuacion, hasta que un dia decidi intertar algo; teresa me pidio que la acompañara a una zona alejada de la provincia donde ella vive, yo accedi sin ningun problema ya que mi novia veia esa situacion lo mas de lo normal, ese dia teresa llevaa puessto una licra pegada al cuerpo y un sueter de esos escotados que dejan mucho que decir; durante el camino llevabamos una conversa normal, pero todo comenzó cuando ella me hizo una pregunta:

tere: juan repondeme una cosa, es un jueguito intimo tu me preguntas y yo te pregunto,
juan: ok, pero con sincerida
tere: por que me miras con cara de asombro y me ves mi pubis a cada rato
juan: por que me encanta mirarte, ,se ve que tienes algo delicioso entre esas lindas piernas,
tere: te atreverias a estar con migo
juan: con mucho gusto, mira el solo estar hablando de eso como mepopne,

noté que mi pene de 22cm estaba duro; ella al ver se quedo impresionada pero la impresion mas grande me la lleve cuando me la sacó de mi pantalon y se la llevo a la boca de un solo jalon, que rico sentir esos carnosos labios por que aunque con sus 42 años de edad se veia apetitosa,
comenzo lentamente a chupar de una forma gloriosa, cada vz que lo hacia me hacia sentir al cieo. paruqeamos en una zona alejada y comenzamos con nuestra faena, teresa se desvistio facilmente y quedo con ese cuerpo glorioso a la luz del dia, tenia una pubis bien grande a la medida de mi mienbro, mientras yo trataba de chupar ella se movia cocmo loca hambrienta de sexo, bastaron 15 minutos despues de haberle lamido su concha cuando de manera acrobatica se montó sobre mi mienbro, subia y bajaba y yo notaba que sus fluidos vaginale serann cada vez mayo, pasaron 10 minutos cuando una corrida impresionante llegó, ahora me tocaba a mi demostrarle mi furos, porniendola en cuatro la embesti brutalmente cada vez sus gemidos eran mas y mas fuertes mi corrida no se hizo esperar, le inundé el chocho de leche y descansé mi anhelo, pasado 5 minutos desidimos vestirnos y regresarnos pues ya la vuelta estaba hecha.
de camino de regreso comentamos del tema me dijo que nunca habia follado como lo hizo y que me deseaba mucho y esperaba que cada rato lo hicieramos, para terminar le digo que llegamos bien a la provincia tere claró esta con su chochito inundado pues como recuerdo prometió no lavarse su lindo culo inindado de leche hasta las horas de lanoche… mas adelante les contaré la froma como logro conquistar a mi otra cuñana mayo y le di su merecido.

Colaborador: juan carlos

le tenia ganas al señor

$
0
0

soy una chica de 19 años y tuve sexo con uno de 40.
un dia en la tarde llegue su trabajo de ernesto a cobrarle un dinero que le debia a mi papa
el me recibio muy sonriente y me paso a su oficina me pago y me estuvo haciendo platica
nos ibamos acercarnos mas y mas hasta que me le lanze y lo bese,nos besamos por un buen rato
ernesto bajaba sus manos a mi culo y mis tetas.
yo le decia :um que rico besas!
y el me dijo:-si? quieres ir ami casa? yo le dije:para que?
y el me contesto:ps no se.. para platicar,besarte,acariciarte,hacerte el amor que mes vuelves
loco. yo senti una gran exitcion al escuchar eso y le dije que si.
llegando a su casa el me beso muy desesperadamente,se quito la camisa y subimos a su cuarto
el me tomo con fuerza y me beso otra ves, me desnudaba poco a poco hasta quedar solo en tanga
el se quito el pantalon y subimos a la cama le quite el calzon y wuaOO! su pene era muy lindo,
umm grande,y muy peludo, sus bolas eran grandes y tambien peludas sssh que rico!!.incados en la cama el atras
de mi empezo a besarme el cuello a acariciarme mi culo.mis senos y todo!. me inclino me metio
su dedo a mi puchita de pronto empezo a penetrarme , sentia gran placer como rechinaba la cama
al estar cabalgando en ella,pasados 10 minutos el me cambio de posicion yo con las pìernas a
biertas y el arriba de mi wuao!! era un placer enorme yo no dejaba de pujar y gemir sentia
como sus bolas pegaban mi culo y el tampoco dejaba de gritar con esa voz varonil.
despues otra ves cambiamos posicion yo de espaldas acostada con las piernas abiertas y el atr
yo gozaba todo eso que me estaba metiendo la situacion se ponia mas caliente el me penetra-
ba mas y mas recio y yo solo gritaba:- asy siiii aaaa masss massss
hasta que me vine logre tener un gran y placentero orgasmo y despues el se vino adentro de mi
era tan rico como escurria su lechita calientita en mi pucha que por cierto fue bastante
el solo suspiro yme dijo:- que rica estas yo ledije:-wuao eres muy rico y bueno en la cama.
quede recostada sobre el despues el se tenia que ir nos vestimos y nos despedimos con otro
beso yle dije:-nos vloveremos a ver el contesto;-claro que si mi amor
me llevo ami casa y todo el dia estuve pensando en ese gran momento de lujuria y amor
hasta el moemnto el peludito de ernesto es el que me la ha hecho el amor mejor maravillos,aaa perfecto.

Colaborador: sofi


Como me volví amante de un hombre 20 años mayor que yo, podria ser mi padre, pero realmente es una de las mejores experiencias

$
0
0

Bueno la verdad no se como empezar, tengo 20 años, y pues soy una chica relativamente rara, actualmente estudio una carrera, como no quiero que nadie sepa mi identidad no dire muchos detalles de mi vida, todo comenzó cuando mi mejor amigo, me dijo que no me quería y que jamás me había querido allí pues me sentí bastante mal.

La verdad es que lo amaba mucho, y aun lo quiero pero estoy muerta para el y debe ser mutuo. Andaba en la depresión que llega después por los recuerdos y tengo la mala costumbre de entrar a los chats a buscar compañía y a veces sexo, un día me tope con una persona de mi ciudad, nos cambiamos a platicar al mensajero instantáneo y pues me di cuenta que tenia que ver con mi carrera, tenia un negocio que era relacionado a mi carrera, en un principio me asuste dije que quizás con eso me podía quemar en toda la escuela, pero seguí platicando con el, tenia 40 años de edad, el me pregunto que estaba buscando en ese chat, y pues tuve que confesar que buscaba sexo, no se bien porque si hasta ese momento era virgen, habíamos planeado mi amigo y yo tener relaciones para mi cumple pero no paso, el me propuso conocernos, y acepte, el iría a por mi a la escuela, la primera vez por un mal entendido pues no nos encontramos y después cuando quedamos bien empezamos a platicar de libros y yo me puse necia con un libro y un autor, el me decía que no, que apostáramos a ver quien tenia la razón, le pregunte que quería ganar y me contesto: ” tu virginidad”, me espanto bastante era mucho para apostarlo así ,pero yo estaba segura, eran temas que trataba mucho con mi amigo y me sentía experta, así que la aposté contra unos libros, la sorpresa fue que perdí, y en nuestra próxima cita tendría que pagar la deuda, ese día me arregle como si fuera una niña, a ver si así le daba algo de compasión y no me hacia nada, cuando llegue al lugar que me había indicado me senté a esperarlo en una banca ( nos quedamos de ver en un parque), vi llegar a un hombre maduro bastante atractivo, jamás me espere que seria así, fuimos a desayunar y estuvimos platicando, el se sentó a mi lado en el restaurante, cuando íbamos en el coche, quería tocarme las piernas, no tenia porque sorprenderme sabia lo que el quería, pero ese día decidió que no pasaría nada ya que se nos había hecho tarde, fuimos a su despacho y solo estuvimos jugando un poco, besos y caricias, y me llevo de vuelta a la escuela, no podía yo entender lo que estaba pasando, pero el tipo me agradaba bastante pensé que era casado y se lo pregunte, lógico me contesto que no, siendo lo que pasaba no iba a decir la verdad se terminaría el jueguito.

Cuando se me llego el día de pagar, me llevo a un departamento, ya que le dije que no quería ir a un hotel, comenzó besándome pero sabia a lo que iba, me quito la blusa y el sostén, me tocaba y chupaba los pezones, y eso me puso muy caliente me quito los pantalones junto con las pantaletas, y me miraba a los ojos con su mirada que es muy intensa, mientras se frotaba en mi, yo era virgen por lo tanto no tenia idea bien de lo que me iba a pasar, se puso un condón y fue cuando me di cuenta de lo que tenia enfrente esa cosa era enorme, ancha y larga fue cuando comencé a arrepentirme, le dije que no que me iba a doler mucho pero lógico el no me iba a dejar ir nomás así, me dijo que las deudas de juego eran sagradas, me agarro por la cintura y me acostó me agarro de la cabeza y me besaba y no me dejaba separarme me volteo después y me puso sobre la cama, y comenzó a penetrarme, a mi me dolía bastante y el a pesar de que no era voluntario me decía que me tranquilizara, me penetro al principio lentamente, pero después fue agarrando ritmo y yo también dentro del dolor estaba sintiendo mucho placer, empezó de repente a ir mas rápido y se quedo un rato quieto, había terminado, cuando salió de mi vagina vi que había sangre y me asuste, tomo un poco de papel y se limpio el y me limpio a mi, después me abrazo y así me tuvo un rato, y después comenzamos a jugar de nuevo, esta vez me puso a gatas y frente a un espejo que quedaba frente a la cama, me tomo de dos cabellos para que viera lo que estaba haciendo ya que a el le excita mucho ver como entra su verga dentro de mi vagina y me penetro así, después nos volvimos a quedar acostados abrazados y me dijo que la próxima apuesta seria mi culito, y me metía los dedos allí. Claro yo le dije que no iba a apostar ya, pero perdí, eso y hasta mi boquita. Pero quizás lo cuente después.

Ese día me levanto de la cama y me llevo a bañar, me baño como una niña y después se baño el , me seco y me vistió. Y de allí me llevo de nuevo a la escuela como niña buena.

The post Como me volví amante de un hombre 20 años mayor que yo, podria ser mi padre, pero realmente es una de las mejores experiencias appeared first on Relatos Porno | Relatos Eróticos : Comunidad de Historias de sexo gratis..

Me dijo dile a tu hermano que vaya por más cerveza y aprovechamos por la verdad si se me antoja tu verga papi

$
0
0

Buenas tardes voy a relatar lo que paso ayer en la fiesta que improvisadamente le hicimos a una amiga a la cual le cambiaré el nombre por cuestión de respeto a su persona la llamaré Gaby ella es la típica amiga buena onda con la que todos quisieran pistear debido que es a toda madre y pues ella tiene un cuerpo tan rico que todos quisieran tener en la cama pues ella tiene unas nalgotas tan sabrosas y bien duritas que al verla se te para la verga y tiene unas tetas tan ricas que cualquiera quisiera mamarle y hacerse una rusa en medio de esas dos chichotas y ponerle la verga en medio de las chichotas y que tope la verga en su boca y terminé mamándola .bueno todo comenzó cuando mi hermano el menor me dijo vamos con la Gaby a su casa a festejarle su cumpleaños pero sin avisarle ok deja me cambio de ropa y ya listos nos dispusimos a ir con Gaby y ya llegando a ya llegando a su casa le marcamos por teléfono y ella no lo esperaba que fuéramos a su casa y cuando abrió la puerta cual fue nuestra sorpresa que sólo andaba en puro calzón de esos macheteros y en puro bracier y dijo sorry no sabría que vendrían bueno pasen pero no miren al rededor por que tengo un cochinero osea dándonos a entender que le viéramos el culo que tiene yo la seguí atrás de ellas y en tono de doble sentido le dije Gaby pues no tienes un cochinero al contrario esta súper bien y ella voltio a verme y sonrió lamiendo sus lavios en breve logró que se me parara la verga y dijo pongan se cómodos Ahorita vuelvo y se metió a cambiarse y salió con un mini short que se le miraba algo bien y empezamos a tomar cerveza y pusimos música y bailamos yo y ella pusieron banda y después algo de reguetoon y ya saben con unas cervezas en sima y con un culo así Rosando la verga en caliente se me paro la verga y ella al sentírla me dijo me quieres meter la verga verdad y yo le conteste tu que crees y le dije como le hacemos y me dijo dile a tu hermano que vaya por más cerveza y aprovechamos por la verdad si se me antoja tu verga papy se siente que la tienes rica y bien grande y gorda me la quiero comer toda y en eso le dije a mi hermano ve por más cerveza y el me dijo ok dame las llaves del carro y se fue y en eso ella aprovechó y se inco y ya me estaba mamando la verga me la mamaba bien rico de una forma me lambia los huevos y me la puñetiava con la otra mano le sobaba toda la verga en su cara ella me dicia que rica verga tienes y me la lambia desde abajo a

Asta la cabeza y me dice y cojeme meteme la verga y se bajo el short y me acuesto en el sofá de la sala y se me monta y estaba matándose sola así así papy que rica verga tienes más dame más y me sobaba los huevos con la mano se la tragaba toda y en eso le dije te la quiero meter por el culo Gaby y en eso me dice nunca lo he hecho por ahí tu vas a hacer el primero que me mete la verga por el culo armando y se saca la verga de la panochita y se la acomoda en su culo y se va sentando poco a poco y cuando ella voltio hacia arriba a suspirar que la tomó de la cadera y que se la ensartó toda nomas se le escuchó un tronido le rebente el culo sentía en el calor de su culo se la metia toda nomas pujava y me decía hay me duele sacamela pero yo como loco le dava más recio varias veces le sacaba. Los pedos y cuando le saque la verga salió emvarada de mierda y que se la vuelvo a meter asta fondo nomas se le voltearon los ojos en blanco y se desvaneció y yo ya no aguante más y que me vacie adentro de su culo le llene el culo de mecos parecía que No cagava mecos por el culo y se despertó de nuevo y le quise sacar la verga del culo y no pude nos quedamos pegados y en eso escuchamos el carro y. Nos acomodamos de forma acostados ella en frente y yo atrás de ella abransandola pero con la verga bien. Metida en su culo y y bien parada bueno después les cuento que paso después..

The post Me dijo dile a tu hermano que vaya por más cerveza y aprovechamos por la verdad si se me antoja tu verga papi appeared first on Relatos Porno | Relatos Eróticos : Comunidad de Historias de sexo gratis..

Infidelidades consentidas de mi novia: Siempre quise que mi novia me pusiera los cuernos… y esta es mi experiencia real

$
0
0

Siempre me ha atraído la idea de que mi novia me pusiera los cuernos, pero claro, era algo que no me atrevía a contárselo. Durante algunos meses estuve leyendo historias de infidelidad por internet, pero el problema es que la mayoría son inventadas, y a mi sólo me interesaban aquellas que contuviesen rasgos de credibilidad. Tampoco me gustaban aquellas de sumisión, ni de matrimonios. Lo único que buscaba son experiencias de chicos a los que su novia les hubiera puesto los cuernos y lo hubieran superado. Lo cierto es que cada día que pasa las mujeres son más infieles y el número de novios con cuernos aumenta considerablemente. Pues bien, conforme pasaba el tiempo, tenía más ganas de que sucediera. Mi novia, una preciosa muñequita de 20 años, tomó la decisión, muy a mi pesar, de irse a estudiar un año entero a otro país.

Cuando conocí la noticia, mi mundo se vino abajo. Sin embargo, traté de no expresar demasiado mis sentimientos, pues ella buscaba mi apoyo y compresión. Me prometió que se compraría un móvil y que así podría llamarla todas las noches para sentirla más cerca. Pasaron los meses, y cada vez estaba más cerca el momento de la despedida. Nos prometimos vernos, como mucho, cada 3 meses. El último día hicimos el amor como locos, y cuando quise darme cuenta, ya se había ido. Al volver del aeropuerto me mordía los labios de tristeza, y decidí dar un paseo por el puerto, lugar donde siempre he ido a descargar mis peores momentos.

Mi chica se alojaba en casa de una familia, hacía vida de estudiante, y compartía conmigo los últimos minutos del día, por teléfono, justo antes de acostarse. Las primeras semanas pasaron muy rápido. Poco a poco, volvieron a mi cabeza aquellos sentimientos de que me pusiera los cuernos. La verdad es que, pensándolo bien, lo tenía todo a mi favor, ya que ella estaba en un país distinto, donde nadie la conocía. Tenía que dar el paso. Tenía que tragarme esa sensación de culpabilidad y hablarlo con ella. Al fin y al cabo, era mi novia, y supongo que yo debía contarle todo y que ella debía entenderme. Además, ¿qué era lo peor que podía pasar? Supongo que me dijese que estaba loco y que jamás haría tal cosa. Si fuese así, olvidaría el tema para siempre.

Pero… ¿y si a ella no le desagradase la idea? Decidido, tenía que dar el paso. Ese día, cuando la llamé por la noche, cada uno con su móvil desde la cama (utilizaba tarjetas de llamadas que compraba en las ramblas de Barcelona) le dije que necesitaba masturbarme, y que por favor me ayudase. A los dos nos gustaba el sexo telefónico, pues era la única forma de sobrellevar esta separación temporal.

Comenzó a decirme cosas eróticas y a poner esa vocecita capaz de derretir a cualquiera. Fue maravilloso. Al terminar, me limpié con unos clinex y le dije que ahora le tocaba a ella. Le propuse que se relajase y que hiciera todo lo que fuese diciendo. No voy a dar detalles ya que no son importantes para el contenido de mi historia, pero sí tengo que decir que cuando estaba más excitada, le pregunté si le gustaría hacerlo con otro. Mi chica, a pesar de su excitación, me dijo que estaba loco, pero en un tono nada serio. Luego me preguntó: – ¿Y a ti? ¿Te gustaría? – No se, creo que si.

El tema no pasó de ahí, pero al menos ya había dado el primer paso, y no había sido tan negativo como yo temía. A partir de entonces, el tema se hizo presente todas las noches que teníamos sexo telefónico. Tras 3 meses sin vernos, llegó el momento de ir a visitarla. Me compré un billete de avión y me fui a buscarla como quien busca un tesoro. Pasamos unos días maravillosos. Uno de esos días, nos fuimos de excursión a un pueblecito muy romántico que no estaba muy lejos de donde ella vivía. Allí, en un pequeño hotel, di el paso final. Hicimos el amor como locos. Al terminar, le pregunté si había algún chico que hubiese intentado ligar con ella.

– Pues si, conocí a un chico en un tren, bastante simpático. No es muy guapo, pero me pareció muy agradable.

– ¿Te gustaría acostarte con él? – ¿Lo dices en serio? ¿Me estás pidiendo que te ponga los cuernos? – Si, cariño. Pero no son cuernos si yo lo acepto. Ten en cuenta que yo he tenido otras relaciones anteriores y tu sólo me has probado a mi. ¿no te gustaría estar con otro chico, probar otras cosas? – No se, esto es tan raro.

– Venga, dime que te lo follarás.

– No se…

– Si lo estás deseando….

– ¿De verdad me dejarías? – Claro que sí, cariño. Me gustaría que probases otras pollas.

– Vale, si tu quieres, lo haré.

– Prométemelo! – Te lo prometo.

– Prométeme que te lo follarás.

– Te lo prometo, mi vida.

Comencé a besarla. Los dos estábamos muy excitados. Esa excitación nos hizo meternos en una conversación mucho más caliente…

– Me gustaría que chupases muchas pollas, que aprendieses a mamar pollas bien, porque no sabes.

– Claro, no se, y tengo que aprender.

– Si, pero no una, quiero que mames muchas, que seas toda una experta mamando pollas. Así luego me la podrás mamar muy bien.

– Es verdad, tengo que aprender. No te preocupes que mamaré muchas pollas. Todas las que quieras. Muuua!! La verdad es que por unos instantes pensé que ella me había tomado a broma, y que me seguía el juego.

– Te lo digo en serio, quiero que te lo folles y que mames muchas pollas.

– Que si, cariño. Me lo follaré y le mamaré la polla. Luego buscarés otras pollas para aprender más. Quiero darte mucho placer y tengo que aprender.

Bueno, como podréis imaginar, aquella fue una noche de las mejores de mi vida. De echo, creo que hicimos el amor como nunca antes. Los días pasaron y tuve que volver a mi país. Las semanas pasaron con sesiones de sexo telefónico muy intensas, pero el tema salía de vez en cuando, pues no quería aborrecerla. Yo no hacía más que pensar en las palabras de ella, en su promesa. ¿De verdad lo dijo en serio? ¿Lo dije yo en serio o fue fruto de mi excitación? ¿Me hará caso? No se, una parte de mi quería que ella lo hiciese y otra parte decía que no. Estaba confuso.

Llegó la Navidad, y fue ella la que regresó a España. Un día, estando en la cama, después de una buena sesión de sexo, me miró a los ojos y me dijo: – Cariño, tengo que decirte algo.

– Dime, cielo.

– ¿Te acuerdas del chico ese del que te hablé? – Si, claro.

– Pues eso…

Le estaba costando hablar. Tragó saliva, como buscando las palabras apropiadas.

– Pues eso,… que lo hicimos.

– ¿Cómo? – Que lo hicimos.

En cuestión de una milésima de segundo, sentí un tremendo pinchazo en el estómago, e inesperadamente, me abalancé sobre ella…

– ¿De verdad? – Si.

– Muuuua!! Te quiero!! Estaba confundida, no se esperaba mi reacción, ni yo tampoco, la verdad.

– No me lo puedo creer, si lo llego a saber te lo hubiese dicho antes, porque me ha costado mucho decírtelo.

– Muuua!! Te quiero cariño!! ¿Y qué tal? ¿Cómo fue? – Pues un día, en su coche, al llevarme a casa, no pude más y le besé. Luego él me empezó a besar y comenzó a tocarme. Nos calentamos y me llevó a las afueras de la ciudad. Allí lo hicimos en el coche.

– ¿Te gustó? – Si – ¿Mucho? – Si, mucho.

– Muuuuaa!!! Cuánto me alegro mi vida!! – Sólo lo hicimos una vez, pues fue hace sólo unos días, justo antes de venir a verte.

– Bueno, no te preocupes. Quiero que te lo vuelvas a follar.

– ¿Otra vez? – Si, claro. Quiero que te lo vuelvas a follar. Prométemelo!! – Muuuua!! Te lo prometo mi vida.

Volvimos a hacer el amor. Durante esos días me fue dando más detalles de esa primera infidelidad consentida y pronto llegó el momento de la despedida. Se habían terminado las vacaciones de Navidad y tenía que volver a sus estudios en el extranjero. Pasaron unas semanas y pronto me dijo que había vuelto a quedar con él, y que lo habían hecho otra vez en el coche. Yo la animaba cada vez más. Si no recuerdo mal, lo hicieron unas 4 veces, pues el chico no mostraba mucho interés (cosa que me extrañó). Un día me dijo que estaba un poco cansada de hacerlo siempre en el coche, que le gustaría acostarse con él en un hotel. Obviamente, yo le dije que si, que buscasen un hotel y que quedasen un fin de semana. Así lo hicieron, y un día antes de la cita me dijo: – Si no quieres no voy.

– Claro que quiero mi vida. Fóllatelo bien. Demuéstrale lo que vales.

– Si mi vida, pero una cosa…

– Dime.

– Cuando él venga a por mi, apagaré el móvil y no lo conectaré en toda la noche, porque seguro que luego quieres llamarme y quiero estar relajada y entregarme por completo.

– Claro mi cielo, no te preocupes.

Llegó el día y yo sólo pensaba en eso. Dos horas después de la hora acordada para que él pasase a recogerla, no pude más y la llamé… El móvil estaba apagado!!!! – Joder, se lo está follando. Es verdad!!! Mi cabeza daba vueltas, no sabía si lo estaba haciendo en serio o si era un juego de ella.

Pensé que quizás estaría en su habitación, haciendo trabajos del colegio, y con el móvil apagado. Todo era un truco de ella, quería ver hasta dónde llegaba yo, o quizás quería darme el placer de que yo experimentase su infidelidad, aún no siendo cierta. Pero por otro lado, pensé que también podía ser real. Que todo lo que me había contado, podía ser real. Me estaba volviendo loco, no podía soportar la intriga. Pensé incluso en irme al aeropuerto y comprar un billete de avión para estar esa misma noche allí. Pero era una locura, no sabía a dónde habían ido, sería imposible encontrarlos. Bueno -pensé-, al menos puedo ir a casa de su familia y preguntar por ella, si no está allí… joder!!! Si no está, ¿qué hago? No, no es una buena idea. Seguro que está en su casa, que todo esto es un juego suyo. Me quiere demasiado para hacerme algo así.

Fueron las peores horas de mi vida. Al día siguiente, la llamé: – Hola mi amor!! (me dijo ella) – ¿Qué tal? ¿Qué pasó anoche? – Pues eso, vino a recogerme y nos fuimos a un hotel muy bonito que había reservado él. Me invitó a cenar y luego nos fuimos a la habitación. Me puse un conjunto muy sexy, ya que quería que fuese muy especial.

– ¿Qué pasó???? – Espera, no te impacientes. Primero le hice una buena mamada. Luego le puse el preservativo y me estuvo follando un buen rato. Luego descansamos y lo volvimos a hacer. Me gustó mucho. Nos dormimos y por la mañana, como él tenía prisa, sólo me dio tiempo a hacerle una mamada. Fue nuestra despedida, pues se va a vivir a otra ciudad y ya no nos podremos ver más.

– Vaya, pero bueno… ¿te lo hizo bien? – Si, se mueve muy bien, fue muy distinto a hacerlo en el coche.

Pasaron los días y mi estómago seguía siendo una lavadora. Ya no sabía qué pensar.

Existían tantas posibilidades de que aquello fuera cierto como de que no. Lo que sucede es que ella nunca había mostrado tanta imaginación en estos temas, y eso me preocupaba mucho. Tenía que descubrir la verdad, y el único modo era convencerla de que ahora tenía que ir a por otro… Se lo dije una noche, y me dijo que si, que había conocido a otro chico con el que compartía una de sus aficiones favoritas, visitar museos. Lo poco que me contó fue que él también era extranjero y que estaba en su misma situación, estudiando. Me dijo que en su país era muy común que los amigos se diesen “piquitos” en vez de un par de besos en las mejillas, y que a ella ya le había cogido confianza y cada vez que se veían o se despedían se daban un “piquito”. Eso me puso a cien. Sólo podía pensar en mi novia dándose piquitos con un desconocido, y todo delante de sus compañeras de curso, quienes sabían perfectamente que ella tenía novio.

Pasaron los días y un fin de semana me contó que los de su curso se irían a otra ciudad a un concierto musical. Al día siguiente me contó que de regreso, ella se vino en el coche de su nuevo amigo (los dos solos), y que pararon a mitad camino, en plena noche. Me dijo que ella intentó convencerlo para que lo hiciesen allí mismo, pero que él no quiso.

Me dijo que sospechaba que era maricón, pero que aún así, tenía ganas de sexo, y le hizo una buena mamada. Joder!! -pensé- esta es la segunda polla que mama. La cosa no pasó de ahí.

El resto del año escolar fue muy tranquilo. Lo único que noté es que algunas veces (no muchas), cuando yo la llamaba, tenía el móvil desconectado, algo bastante raro, pero siempre me daba explicaciones convincentes. Pues bien, un buen día, conseguí descifrar la clave de su cuenta de correo en un conocido servicio de internet. Al entrar en la bandeja de correos recibidos, pude ver varios de una antigua amiga suya. Comencé a leerlos y fue entonces cuando me llevé la mayor sorpresa… Por esos e-mails supe que todo lo que me había contado era cierto, y no sólo eso, sino que además, ella había estado teniendo una relación (los últimos meses) con otro chico. Entre ellas, parecía que se contaban todo, pero fue un párrafo el que más me llamó la atención: …Este chico me vuelve loca. Lo quiero muchísimo, pero se que no voy a poder estar así siempre. Los dos me quieren mucho. Creo que al final me quedaré con mi novio, pero de momento voy a seguir con los dos, hasta que termine el curso escolar. Mi novio no lo sabe, y no se lo pienso decir. Me siento realmente bien…

Ahí tenía la respuesta a todas mis dudas. No sólo lo anterior era cierto, sino que además, estaba teniendo otra relación a mis espaldas, con alguien muy especial para ella, que la volvía loca. Me encontraba en un callejón sin salida. Pensé, pensé rápido. ¿Qué podía hacer? Por un lado me gustaba que me pusiese los cuernos, pero con mi consentimiento.

Sin embargo, esto lo estaba haciendo a mis espaldas, y no me gustaba. No me gustaba nada. Estaba enfadado, dolido. Si finjo no saber nada, los dos seguiremos disfrutando, pero… ¿y si se enamora de él, cambia de opinión, y me deja? Joder!! Esto es peligroso, tengo que hacer algo. Pues bien, me dejé llevar por mi instinto y la llamé. Fui muy directo: – En estas últimas semanas… ¿has estado con algún otro chico? – No, cariño.

– (Me estaba mintiendo, y eso me dolió mucho más). ¿Seguro que no? – Claro que no.

– Vale, sólo era eso, perdona.

A los pocos minutos, la volví a llamar. No podía vivir así ni un segundo más. – ¿Seguro que no has estado con nadie más? – Que no, mi vida.

– Pues mira, tengo pruebas de que has estado con otro. Me estás mintiendo. – ¿Cómo? No he estado con nadie.

– No me mientas!! Se que estás con otro, tengo pruebas, y te las voy a enviar, así que es mejor que me digas la verdad…

Aquello fue demasiado para ella. Comenzó a llorar, con una sensación de no poder creerse que eso le estuviera pasando a ella. Finalmente me contó todo, entre llantos.

Llantos que yo jamás había escuchado en una mujer. Lo pasó realmente mal. Me pidió mil perdones, se le iba la voz de tanto llorar. Nunca le enseñé las pruebas, y tampoco sospechó que fuesen los e-mails. Le dije que tenía fotos y se lo creyó.

Supongo que muchos de vosotros, seáis hombres o mujeres, hubierais esperado otro final. Pero esto es lo que pasó, con lo que estoy viviendo hoy en día. Tuve que perdonarla, pues la quiero con todo mi corazón, y en realidad fui yo quien la metió en este mundo. Ella se despidió del chico con mucho dolor. Él montó algún numerito para tratar de no perderla, pero finalmente volvió a mi. Todavía le manda algún mensaje de vez en cuando, a los que ella no contesta. Mi chica terminó su viaje de estudios, volvió a casa y desde entonces, si no me equivoco (por lo menos ya no hay pruebas ni en sus e- mails ni en otros detalles que controlo), me es fiel.

Ya no tocamos esa tema, pero ella ha cambiado mucho. Accedió a hacerse un tatuaje en el pubis, yo le acompañé, claro está, y no tuvo más remedio que enseñarle todo su coñito al artista. Ahora, siempre que podemos, cuando vamos a la playa hace top-less, cosa que me excita muchísimo. Algunos meses atrás me preguntó si me gustaría verla follar con otro.

Tuve la tentación de decirle que sí… pero ya no podía volver a jugar con fuego y mi respuesta fue negativa. Lo máximo que hemos hecho ha sido ir a un restaurante erótico, donde ella ha podido tocar el torso del stripper, pero nada más. Yo sigo buscando en internet relatos de novias infieles… y no se… he oído de un restaurante donde hacen un show con striptease integral en el que ellas pueden tocarle la polla al chico sin tapujos. Quizás la lleve…

The post Infidelidades consentidas de mi novia: Siempre quise que mi novia me pusiera los cuernos… y esta es mi experiencia real appeared first on Relatos Porno | Relatos Eróticos : Comunidad de Historias de sexo gratis..

SUPER ANAL CON MI PROFE Y SUS AMIGOS: Llegué a mi casa cansada, dolorida después de haber sido totalmente desvirgada por el culo y conchita

$
0
0

Hola a todos. Este relato es la continuacion de Profe Malo.

Llegué a mi casa cansada, dolorida después de haber sido totalmente desvirgada por el culo y conchita. No podía creer que el profe Pablo me haya re cogido, y no podia parar de imaginarme las cosas que iba a hacerme el sábado… ay de solo pensarlo me agarraba una tremenda calentura, no podia olvidarme de su pija, ay esa pija enorme, venosa, dura… me mojaba toda.

A la noche antes de dormir me masturbe un rato pensando en él, me metia los dedos en la conchita, me los chupaba, quería tener esa pija enterrada en lo mas profundo de unos de mis agujeros.

Al otro dia me levante, me bañe y fui al cole. Ese dia no tenia clases con él, pero me lo cruce en un recreo, me saludo y pidio que no le cuente a nadie, disimuladamente me dió un papelito con su correo msn, me dijo que lo agregue y me conecte a las 22.00.

Cuando llegue a casa lo primero que hice fue prender la compu y agregarlo, mientras esperaba a que sean las 22.00 aproveché para bañarme, y estudiar un poco.

Ya eran las 21, me apure a cenar y le dije a mi mamá que me iba a dormir temprano porque estaba cansada. Soy hija única, asi que tenia la habitacion para mí sola y la compu estaba en mi cuarto. Cerre la puerta con llave, me saque la remera y el shortcito, me quedé en ropa interior, me solte el pelo y me conecté al MSN.

Apenas me conecto me aparece en la parte inferior de la pantalla el cartelito de inicio de sesión del profe…

Lo saludo con un -Hola Profe lo extraño

-Hola putita linda, pone la cámara ya!

Como putita obediente prendi la camara.

-Listo, me ves?

-Si, estas hermosa, pero me gustaria que te vistas

-Por que? No te gusta asi?

-Si, pero quiero que te desvistas delante de la cámara, que me bailes y te quedes desnuda.

Nuevamente obedecí sus ordenes, me puse el shortcito que tenía, una musculosa, prendi la luz del escritorio, puse la musica bajita, baile y me desvesti para él. Quedé totalmente desnuda, el prendió su camarita y me mostro como se pajeaba, a mi se me caia la baba ver semejante pedazo, con la punta hinchada y saliendole ese rico jugito transparente… uy como queria mamarsela…

Siguió pajeándose por unos minutos hasta que eyaculó, ay ver como esa cantidad de leche saltaba por todos lados me hacia dar ganas de estar ahi para sentirla calentita en mi boca, en mi conchita o en el culo, no importaba el lugar, quería ser bañada por esa leche.

Después de eso me confeso que tenia ganas de compartirme con otros hombres: -Tenés un cuerpo de una chica de 20 años, esos pechos son enormes, duritos y tan ricos, esa cola gigante, bien redonda y dura… esa cara de putita, esa boca que pide a gritos vergas… ay puta tengo ganas de ver como te cogen, de ver como te chupan las tetas, ver como te hacen el orto… te dejarias hacer eso?

En ese momento que me hablaba por el microfono yo escuchaba su voz gruesa y me masturbaba sentada en la silla, extasiada le decia a todo que si, que tenía muchas ganas, que no veia la hora de que eso pasara.

Me segui masturbándo hasta que llegué al orgasmo, ay que cosa mas rica por Dios! Me chupé los dedos con los jugos de mi conchita, me puse la tanga y seguimos chateando ya menos calientes por haber acabado me propuso vernos dos días después, me dió indicaciones: -No comas nada durante estos días, hace una dieta liquida, sólo agua…

-Por qué? Voy a tener hambre, no, mejor no! Ademas es imposible, mi mamá me obliga a comer!

-Dale putita, obedeceme, a caso no me queres? Dale, hace eso por mi, y vas a ver que bien la vamos a pasar el fin de semana juntos.

-Pero para que? Explicame.

-Bueno mira es porque quiero hacerte la colita toda la noche sin parar. No quiero que tengas ganas de ir al baño o sacar sucia mi verga. Despues de cogerte vamos a comer a donde quieras, dale?

-Uh bueno, esta bien! A que hora y donde nos vemos?

-El sábado te paso a buscar en la esquina de tu casa, a las 20.30. Te compre unas tanguitas, y unas polleritas cortitas, quiero que te las pongas para cogerte.

-Bueno profe, lo dejo, voy a estudiar para sacarme un 10 en el examen de mañana así mi papá me deja pasar el fin de semana en “la quinta de una amiga”

-Bueno anda putita. Yo en estos días no tengo que ir al colegio asi que nos vemos el sabado. Acordate de sólo tomar agua. Buenas noches.

Estudie y me acosté. Al otro dia fui al cole, me saqué un 10 en Literatura y mis padres me dieron permiso para salir el sabado y volver el domingo por la tarde.

Ya era sabado y había pasado estos días sin comer nada, sólo agua. Me sentia un poco cansada y con mucha hambre, pero quería estar limpita por dentro para pasarla lo mejor posible con mi amado profe.

Estaba toda depiladita ya que un dia antes fui a la peluqueria de la mamá de una amiga a hacerme el cavado profundo, estaba un poquito inflamadita mi concha asi que dormi con un hielo entre las piernas. Al otro dia amanecio desinflamada y suavecita…

Ya eran como las 17 y yo comence a arreglarme para el encuentro. Me alise el pelo, me encreme todo el cuerpo, me puse una bombachita diminuta, un buen corpiño, arriba una musculosa de tiritas super escotada, una pollera de jean corta y unas zapatillas converse. Me maquille y ya estaba lista. Cuando me di cuenta ya eran las 20.20, asi que me puse un saquito, perfume por todos lados, me despedí de mis padres y sali.

Él ya estaba estacionado, asi que apenas reconocí el coche me subí rapido por la parte de atras, como ya estaba oscureciendo y su auto tiene vidrios polarizados no alcancé a distinguir que adentro estaba él y dos amigos más. Los dos amigos estaban adelante, uno manejando y el otro en el asiento del acompañante. Lo saludé a él con un beso en la boca y a los amigos con un beso en la cara. Se me hizo raro que no estuviese solo.

-Te presento mis amigos, Juan y Sergio, me cayeron de sorpresa y bueno los tuve que traer, vamos a casa todos, tomamos algo y ellos despues se van a bailar y nos dejan solos. No te preocupes…

-Bueno profe, no hay problema.

-No me digas asi que van a pensar que soy un violador hoy por lo menos decime Pablo jajaja.. Chicos es mi aluma de segundo año, se acuerdan que les hable de ella?

Juan: -Ah si, pero no parece de tan chica..

Ya estabamos en camino a la casa del profe, me saque el saquito porque empecé a sentir calor. Tenia un super escote y todos me miraron

Sergio: -Ah bueno, esos pechos no parecen los de una nena…

Juan: -Serán verdaderos?

Profe: -Mmm son de ellas

E inmediatamente me subio la musculosa, me sacó el corpiño, dejando al descubierto mis enormes tetas delante de los amigos de él. Agarró un pecho con cada mano y me los estrujó fuertemente.

Profe: -Toquen, toquen que les doy permiso…

Yo me quedé muda ante esa reacción, no esperaba que el hiciese eso delante de ellos. Igualmemte no dije nada y dejé que los chicos me manosearan las tetas.

Me dejaron de tocar y el profe me hizo sentar arriba suyo, me empezo a besar apasionadamente, mientras mis pechos seguian al descubierto me pellizcaba los pezones, de vez en cuando me dejaba de besar para chuparmelos. Yo estaba totalmente excitada, al principio me dió vergüenza que el haya hecho eso delante de los amigos, después me empezo a calentar el saber que ellos miraban mientras él me besaba y tocaba en la parte de atrás del auto. Casi llegando a la casa del profe, Juan y Sergio estacionaron el coche y bajaron a comprar cigarrillos, cervezas, vodka y tequila. Mientras ellos no estaban el profe aprovecho para bajarse el cierre, sacar su gigante verga y pedirme que se la chupe hasta que acabe. Antes de darme esa orden yo ya tenia su pija atragantada en la boca, ay la extrañaba tanto… la sentí tan rica, tan dulce que no paraba de chuparla, queria que termine para tragarme su lechita caliente… se la succionaba como una perra alzada.

En eso llegan sus amigos, él me agarró de los pelos y no dejó que me sacara la pija de la boca.

-Miren chicos como esta putita se traga toda la leche…

No pares de chuparla hasta que acabe, dale puti ponele onda, que sólo son mis amigos, nadie más nos mira

Que posicion mas icomoda la mía, me sentia una maldita puta pero seguía chupandosela, dejaba que él me maneje la cabeza agarrandome de los pelos, hasta que eyaculó en mi garganta, casi me ahogo pero me trague toda la lechita. Cuando levanto la cabeza para limpiarme las gotitas de leche que tenía en los labios y arreglarme un poco el pelo veo que Juan se estaba pajeando, no la tenia tan grande como mi amado profe pero se la veia rica, era mas cortita pero muy gruesa. Mi profe malo le dijo a Juan que se pasara a los asientos de atras para hacernos compañia. El hijo de puta se vino a sentar alado mío. Yo quedé en medio del profe y él.

Juan por su parte seguía pajeandose pero a mi lado, mientras yo miraba de reojo esa verga dura.

Profe: -Ayudalo a terminar, tocale la pija un rato, apoyale tus tetas

Yo nuevamente lo obedecí, es que para mi lo que él me decía era palabra santa.

Lo pajee un rato y después me incline de costado para apoyarle mis pechos en la verga. Mientras tenía su pija en medio de los pechos el profe aprovecho para correrme la tanguita y tocarme la concha; concha que estaba mojadisima.

No se la quise chupar asi que acabo por echarme la leche en las tetas y como yo seguía en esa posición la pija de Juan se iba achicando y desapareciendo de entre mis pechos.

Llegamos a la casa del profe, me limpie la leche que Juan me dejo en los pechos con el saquito que habia llevado. Me acomode el corpiño, la remera, la pollera y baje del auto. Apenas llegamos fui al baño a lavarme la conchita ya que la tenia chorreando de jugo por la calentura y lavarme los pechos porque no queria que cuando mi profe me los chupara nuevamente sientiera algun olor o gusto raro. Salí del baño y el profe Pablo me dio una tanguita nueva, ésta era mas chiquita que la mia, atras era un hilo dental y adelante un triangulito que apenas me tapaba la rayita de la concha. Me dijo que saliera sólo en bombachita. Le dije que no, que me daba vergüenza porque estaban ellos.

-Dale putita no pasa nada, estan las luces apagadas, estan tomando, quiero que vean lo buena que estás. Ademas si queres yo ando en boxer para que no te sientas tan sola.

Acepte su propuesta y fuimos al living besandonos por el pasillo oscuro. Sus amigos estaban sentados en el sillon tomando una cerveza, nosotros pasamos delante de ellos para sentarnos en el sillon de alado. Me acomodé sobre las piernas de mi querido profe, dandole la espalda a Juan y Sergio.

Empezamos a tomar cerveza, primero una, despues otra, luego otra más… me desinhibi completamente, tanto que ya sin tapujos me paraba a cambiar de tema sin vergüenza alguna, iba a la cocina a buscar cervezas del freezer, todo así en tanguita… bailaba con el profe, con Juan y Sergio, dejaba que “sin querer” me apoyen, o me toquen las tetas, segui tomando hasta que me empecé a marear. Aún así no deje de bailar con los tres chicos, cada vez se animaban a mas, y me empezaban a apretar, yo estaba en el medio de ellos tres, mientras que besaba al profe atras lo tenía a Sergio apoyandome descaradamente y a mi costado a Juan desnudándose.

Listo, en ese momento caí que iba a ser una noche larga e iba a ser recogida a mas no poder… Resignada y un poco consciente le baje el boxer a mi profe, ayude a desvestirse a Sergio y una vez desnudos al ritmo de la musica empece a chuparsela a los tres. La pija que primero metí en mi boca fue la de Sergio, era enorme, mas larga y gruesa que la de mi profe, no podía parar de chuparsela. Obviamente se las chupe a los tres pero a la que le dedicaba mas tiempo era a esa gran verga. Después de unos 15 minutos haciéndoles sexo oral se me acalambro la boca asi qué les pedi que me garchen, porque aparte de tener acalambrada la boca de tanto chuparla ya esta re caliente y quería ser cogida.

Mi profe me sacó la tanguita, me puso de cuatro sobre el sillón y empezo a chuparme la concha, mordia delicadamente mi clitoris, lo succionaba, me pasaba la lengua por toda la raja, me abría las nalgas, me chupaba el agujerito del orto.

Ay no daba mas, quería ser penetrada…

Se enderezó detrás mio, me echo chorros de lubricante por todo mi culo, lo esparció, y sin aviso me embistió con fuerza el orto, casi lloro del dolor porque por mas que estuviese mojada, el orto lo tenia cerradito, además me tomó por sorpresa. Grite y le pedí que la sacara, a lo que el respondió con unas fuertes palmadas en mi cola, me pego tan fuerte y tantas veces que me dejo las nalgas marcadas y coloradas. En vez de enojarme, no sé por qué me super excitó asi que le pedi que lo siga haciendo. Continuó pegandome y cogiendome el orto, no complacido con proporcionarme semejante dolor me agarró fuertemente de los pelos, no sólo eso sino que también él y sus amigos me insultaban.

-Te gusta la pija, no? Puta! Hoy te vamos a hacer mujer…

-Vamos a romperte toda, vas a encontrar lo que viniste a buscar trola de mierda.

-Agarrate que encima hoy nos tomamos la pastillita azul y estamos al palo…

Media asustada pero mas excitada que temerosa los desafíe al decirles que me la aguantaba, y que ellos iban a terminar cansados, no yo…

Claramente eso era imposible ya que ellos eran tipos fornidos, con cuerpos ejercitados, de 30 y piquito de años, con experiencia, fuerza y determinación. Y yo solo una joven putita recién estrenada, con muchas ganas, pero totalmente inexperta.

Juan me bajo de los pelos del sillon y me arrastro hasta el piso, me pego unos cuantos pijazos en la cara y me la metio hasta la garganta, me estaba ahogando, no podia respirar, quería vomitar. Sergio me pegaba chirlos en las tetas, me pegaba fuerte. Y el profe atrás mio agarrandome fuertemente de las caderas y cogiendome salvajemente el orto.

Me parece que el alcohol hizo efecto en mi, gemía, gritaba, suplicaba que me dieran mas duro. Que me cojan mas fuerte, que me peguen con mas ganas; me volvia loca con sus insultos.

Nunca hubiese imaginado que en mi segunda vez iba a ser violada por tres tipos, ni mucho menos que iba a gustarme tanto…

Me fascinaba ese sometimiento, el profe Pablo me cogió el culo hasta eyacular, lo hizo bien al fondo, sentí cómo me inundó el culo con esa leche calentita… se hizo a un lado y le cedió el lugar a Sergio, el que tenía la pija, para mi, mas gustosa! Sin perder más tiempo metió todo ese pedazo de carne en mi culo, grite de dolor pero no hizo caso; siguió empomandome sin importarle mi dolor, en el fondo él sabia que me gustaba.

Tranquilamente podia morir ensartada con esa pijota…

Sergio tardó como media hora en acabar, imaginense, treinta minutos siendo penetrada fuertemente por una super pija.. yo no daba más. Hasta Juan, al que le estaba haciendo un pete me había acabado en la boca.

Toda cogida, dolorida, rota, abierta y chorreando semen por el culo quedé tirada en el piso mientras ellos se fueron a bañar y como si nada siguieron tomando cervezas. Como pude me levante y fui a bañarme, estaba mareada, cansada y apenas podía caminar, salí del baño y fui a recostarme un ratito en la cama, lo llamé al profe para que se quede conmigo alado mío. Me dió unos besos, me acarició y permitió que duerma dos horitas.

Profe: -Dormi unas horitas y después seguimos, quedate desnudita que me gusta verte y tocarte.

La verdad me dormí al toque.

Me desperté porque me empezó a molestar una luz fuerte y sentia que me estaban metiendo cosas en el culo.

Para mi sorpresa eran ellos sacandome fotos en poses hot, con consoladores grandes en el culo, estaba llena de semen por la cara, las tetas y el resto del cuerpo.

Me enojé, salte de la cama, me tapé con las sábanas y los empecé a insultar.

-Hijos de puta qué hacen?! Estaba durmiendo, dejenme en paz!

Profe: -Calmate mi amor, estabamos jugando nomas, veni, abrazame, quedate tranquila.

Me abrazó y se me fue la calentura. Me sacó las sabanas me tiro a la cama boca abajo, apuntó su pija a la entrada de mi culo y empezó a cogerlo mientras me besaba en cuello y me calmaba con sus palabras… se me pasó todo el enojo y empecé a gemir como una puta. Los otros dos seguian sacandome fotos mientras Pablo me garchaba, luego dejaron la camara y se sumaron a la fiestita. Juan se acosto abajo mio y me cogio duro por la concha, Pablo aprovecho para hacerme el orto y Sergio me metio la pija en la boca; estaba poseida, no queria que ese momento terminara, me movia con ganas, gemia como una puta en celo, pedía a gritos que me cogan con mas fuerzas, queria que los tres me terminen adentro, queria esas leches ricas dentro mio. Me cogieron con ganas por unos 15 minutos, y uno por uno fue terminando… ay Dios, que placer…! Toda garchadita y llena de semen chorreando por todos mis agujeros me tire en la cama. Los chicos exhaustos se acostaron alrededor mio y nos quedamos dormidos los cuatro.

Horas mas tarde, siendo casi la mañana me levante con cuidado mientras ellos seguian durmiendo, me bañe y me volvi a acostar alado de mi profe, lo acariciaba, lo besaba y al oido le decia que lo queria siempre iba a ser suya; se desperto, fue al baño, luego cuando volvio me pidio que le chupara la pija, se la chupe y me cogio un rato en posición de perrito, acabo adentro y se volvio a dormir, yo como puta insasiable me quede con ganas, esperé a que mi profe se durmiera y fui en busca de más verga, asi que comence a tocarle la gran pija a Sergio, logré que se despertara y en voz baja le dije que queria coger, asi que en silencio fuimos al living… nos besamos con mucha calentura, estabamos los dos desnudos, asi que sentí como se le puso dura, inmediatamente se la mamé, ay estaba tan rica esa verga que le chupe hasta los huevos, él me levantó de los pelos, me puso contra la pared y me dio duro y parejo por el culo, mientras con una mano me tocaba el clitoris, con la otra me apretaba una teta. Ninguno de los dos gemia ya que no queriamos despertar a Pablo ni a Juan. Asi que en silencio seguimos disfrutando hasta que acabamos juntos, nos besamos, nos bañamos juntos, nos cambiamos, como si nada nos sentamos a tomar un café, y mientras esperábamos a que los otros dos se despierten, ni lento ni perezoso Sergio me dio su MSN asi nos seguíamos viendo a escondidas de Pablo. (Obvio que lo guarde y apenas llegue a mi casa lo agregué y arreglamos para vernos, pero esa ya es otra historia ;))

Volviendo al relato, cuando se despertaron, desayunamos juntos y le pedi a Pablo que me lleve a mi casa, les chupe la pija a modo de despedida y me fui.

The post SUPER ANAL CON MI PROFE Y SUS AMIGOS: Llegué a mi casa cansada, dolorida después de haber sido totalmente desvirgada por el culo y conchita appeared first on Relatos Porno | Relatos Eróticos : Comunidad de Historias de sexo gratis..

MI HERMANO MARCOS: Realicé todas mis perversiones a costa de mi hermano que sufre de paralisis desde los 10 años

$
0
0

Pertenezco a una familia de clase media, pero con dos desgracias que marcaron el sendero de mi existencia. La primera fue la muerte de nuestro padre cuando mi hermano apenas había nacido, y la segunda, el accidente de tráfico que dejó a mi hermano, con tan solo 10 años, con una parálisis cerebral. Mi madre, desde antes de casarse, trabajaba de recepcionista telefónica en un centro hospitalario, aunque al casarse pidió licencia. A la muerte de mi padre tuvo que solicitar de nuevo su incorporación al trabajo para poder seguir manteniendo la casa, pues yo solamente tenía quince años.

Me casé a los 25 y me fui a vivir a La Coruña, pues mi marido era un pescador al que conocí en un viaje que hizo a Cádiz. Mi matrimonio fue totalmente normal, al menos así lo creo, salvo por la ausencia de hijos tras cinco años de matrimonio, pues mi esposo no pudo volver del mar para celebrar nuestro quinto aniversario. Una tormenta lo arrojó al agua y el día de Reyes apareció su cuerpo en unas rocas en la playa de La Lanzada.

Llegué a Cádiz junto a mi familia a los dos años de enviudar. Tan solo los había visitado en tres ocasiones desde que me casé, y ésta era la primera vez desde que murió mi esposo, pues después de su muerte continué mi vida en la aldea donde vivíamos, en donde teníamos una casa agradable y un trabajo en la tienda y panadería familiar. Vine para hacerme cargo de mi hermano por unos cuantos días, pues tenían que operar a mi mamá de un pequeño problema en la boca y al menos debería estar internada veinticuatro horas.

Marcos aún no había cumplido los 17, y aunque no estaba afectado por ninguna parálisis que le impidiera los movimientos, estos apenas podía coordinarlos, especialmente la parte izquierda, por lo que necesitaba de una ayuda muy importante para todas sus actividades; desde bañarlo, vestirlo y levantarlo de la silla de ruedas, hasta darle de comer, pues cada vez que lo intentaba solo, se acababa echando la comida encima. Llegué a casa en la mañana de un domingo del mes de julio. A pesar de lo poco que nos habíamos visto en los últimos siete años, la acogida fue maravillosa. Lloramos mi madre y yo al repasar las desgracias de nuestra vida mientras mi hermano, al otro lado de la mesa, retorcía su cuerpo y gesticulaba de forma incomprensible para mí.

Planteamos el problema presente ocasionado por la obligada ausencia de mi mamá ante su próximo ingreso en el hospital al día siguiente. Ella me puso al corriente de todas mis obligaciones. Las de la casa eran las mismas que venía haciendo desde que me casé, por lo tanto, rutinarias. Pero las otras, las referentes a como debería de atender a mi hermano, sí me encogieron el ánimo, aunque estuve muy lejos de aparentarlo. Simulé tomarme esa tarea como una más, igual que si mi hermano fuera un muñeco en todos los sentidos, más algo dentro de mí me decía que nada de eso era cierto.

Ya había vivido junto a él 10 años y sabía que su mente era normal. Pensaba igual o mejor que nosotras, pero era incapaz de expresarlo con palabras, pues solo emitía sonidos guturales difíciles de entender, salvo en sus risas o sus enfados. Esta experiencia me cambió. Ahora sé que yo misma no me conocía. Mi esposo pasaba la mayor parte del tiempo en el mar, y aunque su reiterada ausencia me hacía tener ciertas fantasías sexuales, nunca le fui infiel. Creo que por cobardía no me atrevía ni tan solo a pensar en esa posibilidad. Si a eso unimos que mis únicas amistades eran la de las mujeres de su familia, que vivíamos junto a la iglesia y que la única vida de esa aldea era la eclesiástica, ya esta todo dicho.

No tuve mucho tiempo para más reflexiones, pues estando en estas, Marcos comenzó a gesticular con la mano, y al tiempo que distorsionaba la mirada entre sus piernas, estiraba su enorme dedo índice señalándose allí. Mi madre rápidamente comprendió lo que quería y me invitó a aprender como debía de comportarme en dichas ocasiones, pues él tenía necesidad de orinar. Ella trajo del cuarto de baño una extraña botella, pero instantáneamente comprendí su utilidad. Yo, ilusa de mí, me ofrecí muy voluntariosa para ayudarlo a mi hermano, y mi madre, viéndome sin duda toda una mujer viuda, no tuvo inconveniente en que así lo hiciera. Lo que no tuvimos en cuenta ninguna de las dos fueron los pensamientos y los deseos de Marcos.

Bajé la cremallera del amplísimo pantalón y metiendo la mano dentro de la bragueta, encontré lo que no esperaba. Que ilusa, pensé que la tendría como cuando lo vestía a los diez años; ¡enorme error el mío, pero más enorme fue lo que encontré! Afortunadamente mi mamá había salido de la habitación y no pudo ver el sobresalto con el que retiré mi mano de aquella abertura. Pero sí que vi la sonrisa que ponía Marcos, aunque no sabía si era equivalente a una sonrisa real que expresaba el oculto placer que le causaba mi asombro, o solo un gesto incontrolado.

Me señaló de nuevo entre sus piernas invitándome, aparentemente de forma obscena por la forma de gesticular y de retorcerse, a que volviera a meter mi mano dentro de su bragueta. Ya repuesta, aunque terriblemente confundida por el tamaño de lo que parecía haber dentro, hice un nuevo intento. Se la tuve que agarrar con toda la mano, aquella verga era como dos veces más que la de mi marido cuando la de mi esposo, bien parada, mientras que la de mi hermano estaba flácida.

Tomé la botella e introduje dentro del cuello de esta, la mitad del pene, mientras que yo batallaba nerviosa meter la verga dentro del envase, a él no se le iba la sonrisa de la cara y como la botella se llenaba de orina, tuve que sacársela y tenérsela sujeta con mi mano mientras terminaba de orinar en otra botella. Entró mi madre y me dijo que no le guardara el pene, pues había que secárselo, pero después de haber tirado el orín en el inodoro. Cuando volví para “guardársela”, aquello era descomunal, casi como mi antebrazo e igual de duro.

La cara de Marquitos era de placer, los ojos los tenía casi en blanco y babeaba al tiempo que giraba la cabeza de derecha a izquierda; con una mano se agarraba su tremendo falo masturbándose claramente. Le quité la mano de ahí y tomando la verga con la mía me dispuse a guardársela, lo que hice con gran dificultad y con una sensación de culpable cosquilleo que no llegaba a comprender, o más bien, que no quería admitir. La tenía muy dura y rígida como un buen salchichón caliente. Sentía perfectamente en la palma de mi mano las oleadas de sangre cálida que mantenían inflexible la enorme verga, por lo que tuve que tenerla un buen rato, sujetándola con fuerza y manipulándola en múltiples direcciones para encontrar la forma de meter aquel insolente garrote, por la pequeña abertura de la bragueta, lo que le provocaba una erección y un placer aun mayor, aunque no pretendido, que le hacía gemir y chorrear saliva como si estuviera poseído.

Fui a la cocina e hice un ligero comentario sobre lo acontecido a mi mamá aparentando no darle importancia, pero queriendo que ella me aclarase algo de la actitud de mi hermano.

Déjalo, pobrecito… -, es todo cuanto me dijo.

Aquella primera noche en mi casa materna, no pude conciliar el sueño hasta el amanecer, pero no fue por extrañar la cama, pues en definitiva esa era también “mi cama” de siempre, sino porque en vez de adormecerme el silencio y la oscuridad, lo que estaba haciendo era despertar en mí a la mujer insatisfecha que había dentro de mi cuerpo, a la puta que todas llevamos dentro y que a lo largo de su vida no tuvo más que pequeñas fantasías eróticas abortadas rápidamente por una falsa sensación de culpabilidad. Un marido enamorado y puritano que no me permitía abrir mi verdadero espíritu sin que apareciese la sombra del fantasma de la vergüenza.

Con 32 años de vida sana, mi cuerpo estaba lleno de energía, y aunque hasta entonces no lo sabía, rebosante de sensualidad; 60 kilitos repartidos en 165cm de estatura, cintura muy delgada, y al no tener hijos, mis pechos y mi vientre seguían totalmente firmes, predominando mi redondo culo, siempre escondido en largas faldas, pues no debía ponerme pantalones. No sé como describir mi rostro, mi carita creo que es algo redonda y de mejillas sonrosadas; mis ojos son grandes y chistosos, mis labios carnosos, mi nariz es respingona, mis dientes son blancos; pero con todo esto, siempre me encuentro defectos, lo que me produce un complejo inevitable al verme en el espejo y contemplar una cara de boba.

Desde que me casé, mi pelo castaño claro, lo llevo corto y rizado. Sinceramente, creo que no soy tan guapa como quisiera, pero por el contrario, tengo un cuerpo muy goloso, según me decía mi marido. Las caderas son anchas y tengo muy buenas nalgas, redondas y muy empinadas que cuando camino, ¡ufff, me comen!… Mi piel es morena y muy suave, mis muslos son firmes y bien formados, siendo mi cuerpo, la envidia de mis tres cuñadas, a pesar de tener éstas entre 18 y 23 años.

El breve comentario hecho por mi mamá sobre la compostura de Marcos me estaba provocando insomnio al hacerme pensar más de lo que podía imaginarme. No tenía cura, ni posibilidad alguna de dar satisfacción a su libido. Mentalmente mi hermano era normal, como yo, pero creo que en su silencio y soledad tendría tiempo más que suficiente para darle vueltas a la cabeza a muchos temas, especialmente el sexual.

Con cerca de 17 años, él tenía un cuerpo fuerte y musculoso, posiblemente debido a sus constantes convulsiones o espasmos había desarrollado una musculatura mayor de lo normal. Su rostro era anguloso y afilado. Si conseguías apartar de tu mente los gestos extraños que hacía casi constantemente, podrías verlo muy atractivo, especialmente si se le veía totalmente desnudo; como me sucedió esa noche cuando tuve que verlo cuando fui con mi madre para acostarlo y aprender las mañas y hábitos necesarios para hacerlo sin lastimarlo y con el menor esfuerzo posible.

Me percaté que su único vello estaba en el pubis, el resto del cuerpo era fuerte y suave, pues mi mamá acostumbraba a untarle con frecuencia, crema en el cuerpo para mantener su piel en buen estado y evitar úlceras, especialmente en los glúteos. Una vez más, al desnudarlo para dormir, su pene se puso erecto como mástil de velero. La sonrisa extraña volvió a su rostro y de inmediato se la agarró con la mano más útil y se la peló, dejando la amoratada cabezota a la vista. Sin comentar nada, mi madre lo tapó con la sábana, y sin darnos tiempo de salir de la habitación, comenzó ésta a tener fuertes sacudidas. Evidentemente que se volvía a masturbarse sin tener ninguna consideración por nuestra presencia. Debía de hacerlo con tanta frecuencia que le parecería algo normal. Ninguna hicimos comentarios al respecto, pues si mi madre lo consentía y daba el visto bueno a sus desahogos, ¿quién era yo para criticarlo?…

Aprendí como debía de hacerle para acostarlo o sentarlo en la silla de ruedas. A horcajadas, delante de la silla, debía de asirlo por debajo de las axilas, y con un apretado abrazo, ayudarlo a levantarse y evitar que perdiera el equilibrio. Girar ambos al tiempo y dejarnos caer juntos sobre la silla o la cama; así como en esta ocasión. Para acostarlo, antes debería desnudarle completamente la parte de arriba, y una vez en la cama, quitarle el pantalón. Dormía completamente desnudo, pues nunca le ponían calzoncillos. Mi hermano tenía un cuerpo bonito. En reposo sobre la cama, las convulsiones disminuían, y sus movimientos de piernas y vientre parecían entrar en un baile erótico para atraer a las sirenas; muy especialmente con ese falo duro y enorme dándose rítmicos golpes sobre el vientre.

No podía apartar de la mente esa enorme verga, ni la de mi difunto esposo. Me era imposible evitar verlos uno a lado del otro y compararlos. Unas ávidas manos nacían en mi mente para abarcar el tronco de mi hermano, y las imágenes que siempre soñé poder realizar alguna vez con mi marido, se repetían, pero ahora el cuerpo que mi mente colocaba en esas situaciones tan deseadas y nunca alcanzadas; era mi hermano quien se apoderaba de mi imaginación, y que intentaba rechazarlo, pero no podía. Con estos incestuosos pensamientos estaba excitándome terriblemente, y mientras frotaba mi sexo con deleite desconocido, me vino a la mente la descabellada idea de coquetear disimuladamente con un hermano mudo y deseoso. Sería muy excitante a la vez de dar a alguien tan desgraciado la oportunidad de disfrutar por unos días de algo que evidentemente deseaba y que nunca más podría lograr de no darle yo esta oportunidad.

El incesto es algo mal visto en nuestra civilización, pero además de que nadie podría saberlo jamás, en otras civilizaciones era aceptado, por lo tanto, todo se reducía a un tema de conciencia, de modo que si a nadie hacia daño, sino todo lo contrario, ¿por qué no probar?… Y además, ahora que era viuda y libre, ¿por qué debía de seguir sufriendo más represiones? Ni él ni yo éramos culpables de nuestras desgracias.

Me despertó mi madre al levantarse. La ayudé con sus cosas y llamé a un taxi para que la llevase a la clínica, yo no podía acompañarla por no poder dejar solo a Marcos. La intervención a que la someterían esa misma mañana era de cirugía menor, aunque molesta carecía de riesgo, posiblemente estaría internada un día para observación. Me advirtió nuevamente sobre los cuidados de mi hermano y salió de casa.

Cansada por haber dormido tan poco, volví a la cama dispuesta a seguir descansando, pero de inmediato me vinieron a la mente las ideas concebidas la noche anterior. Tan solo el pensar que había llegado el momento de ponerlas en práctica me excitó lo suficiente como para despejarme rápidamente. Haría pensar a mi hermano que dada su situación yo creía que para él el sexo no existía, que ignoraba completamente su estado mental real, lo que me permitiría todo tipo de libertades, y le haría creer que para mí, su sexualidad no había que tenerla en cuenta. Le daría la impresión de que todo cuanto ocurriese entre nosotros sería algo “normal” y por lo tanto, no tenía sentido alguno evitarlo.

Dos veces a la semana había que meterlo en la bañera y lavarlo totalmente, pero el resto de los días, como hoy, solamente había que darle un pequeño lavado después de llevarlo al inodoro para que hiciera sus necesidades.

Después de lavarme yo y de desayunar, me dispuse a atenderlo a él. Entré en su dormitorio, y en la semioscuridad de la habitación pude adivinar que estaba despierto y arropado de cintura para abajo con la sábana. Yo tan solo llevaba un camisón casi transparente por encima de las rodillas. Me había quitado antes de pasar las pantaletas y el sujetador. Crucé al otro lado de la habitación para subir la persiana del balcón, la luz blanca entró a raudales deslumbrándole totalmente. Mi cuerpo se encontraba entre él y el balcón, por lo que mi desnuda silueta ante el rectángulo de luz debía de verla perfectamente. Vi el asombro de sus ojos mirando con incredulidad las curvas de mi talle. Su cuerpo bajo las sabanas pareció convertirse en un nido de enormes serpientes retorciéndose, su cara, sin dejar de mirarme, no paraba de realizar círculos en uno u otro sentido, mientras que sus desorbitados ojos hacían el recorrido inverso al quedarse clavados en mi entrepierna. Mi rajita empezaba a humedecerse de excitación.

Me volví de espaldas, hacia el balcón, para mirar y dejar que mi hermano pudiera disfrutar un rato de mis redondas nalgas, apenas cubiertas por el camisón. Después separé un poco mis muslos y me dispuse a limpiar unas inexistentes manchitas en la parte alta del cristal, de manera que el camisón se subió hasta la mitad de mi redondo y ampuloso trasero dejándolo a la vista de Marquitos y a menos de un metro de distancia. Apenas fueron unos segundos de espectáculo, pero suficientes para caldear los ánimos de los dos; me sentía una alegre pecadora seduciendo a un escuincle.

De alguna parte de mi ser, nacía un gran deseo de ser contemplada y codiciada. No contenta con esto, aún de espaldas a él, me incliné como si mi nuevo objetivo fuera el limpiar alguna suciedad, también ficticia, pegada en la parte baja del cristal. Ahora mi culo quedó justo encima del colchón y tan solo a un palmo de su cara. El corto camisón se subió por encima de mis abiertas nalgas, por lo que le permití contemplar muy de cerca mis partes más guardadas y secretas durante el breve momento en que estuve rascando con la uña el cristal.

Aun siendo morena, la piel entre mis nalgas y bordeando mi ano, esta se oscurece muchísimo, y ese color oscuro junto con el negro y sedoso vello que me nace en esa zona, hace aún mayor el contraste, dando casi la impresión de que mis nalgas son blancas. Esta piel oscura, velluda, suave y jugosa, se extiende por toda mi vulva, lo que hace que destaque enormemente, pues esta es además de labios gordos, abiertos y carnosos, pero interiormente su color se aclara para ser de “color carne”, ligeramente rosa. Los labios internos los tengo muy grandes, hasta el punto de que con las piernas separadas parecen unos pequeños testículos con forma de alas.

Me puse en pie y me volví con rapidez y mirada acusadora, con la intención de pillarlo en falta; y así fue, pero lejos de avergonzarse, sus ojos daban la impresión de relamerse de gusto. Con un impetuoso tirón le retiré la sábana de encima, al tiempo que le daba un rápido besito en la mejilla y le preguntaba, a sabiendas de su muda respuesta, que qué tal había dormido. Rodeé nuevamente la cama y retirando la silla de ruedas me dispuse a llevarlo al sanitario, pero no en la silla, como me dijo mi madre, sino llevándolo abrazado a mí. Como si fuera lo más natural del mundo, le giré el cuerpo poniendo sus pies fuera de la cama, me puse delante de él teniendo sus piernas entre las mías, y agachándome, procurando que a través del gran escote del camisón pudiera cruzar su mirada mi cuerpo desnudo; lo tomé del tórax para sentarlo al borde de la cama.

Su cara de alegría era inconfundible, parecía alelado, pero inmóvil y relajado. Le dije que conmigo iríamos andando juntos al servicio en vez de ir sentado en la silla; abrió los ojos de asombro sin saber como lo haríamos. Pasé sus brazos detrás de mi cuello y a la orden de “de pié”, al tiempo que lo abrazada fuertemente y tiraba de su cuerpo para arriba, igual que había que hacer para sentarlo en la silla de ruedas, se levantó, pero esta vez de un pequeño paso atrás para sentarse, fueron muchos los que hubimos de dar juntos y apretados, hasta llegar al sanitario.

Yo iba con mis piernas abiertas para evitar que él tropezase con mis pies. Para mantenerle rígido, lo apretaba con fuerza de la cintura al tiempo que él se sujetaba ligeramente colgado de mi cuello. Como era casi tan alto como yo, su pecho presionaba sobre el mío, que él trataba de ver sin disimulo por el escote, y su pene quedaba exactamente a la altura de mi sexo. Apenas habíamos dado un par de trémulos pasos cuando comencé a sentir como su fierro comenzaba a endurecerse. Mantuve su cintura sujeta con una mano mientras que con la otra me subí disimuladamente el camisón para favorecer el contacto directo de su ahora horizontal y duro palanca, con mis ardientes muslos y mi babeante crica.

Después, y en vez de sujetarlo por la cintura con ambas manos, le dije que se agarrara bien a mi cuello y utilicé mis manos para agarrarlo ansiosamente del trasero y así poder controlar a mi placer el movimiento de su pelvis, al tiempo que le manoseaba los glúteos golosamente. Era una verga enorme; como jamás soñé que pudiera haberlas; sin duda era el fruto de sus constantes masturbaciones; no les miento, pues el glande se salía completamente por detrás de mis nalgas; así que retiré un momento una mano de su trasero para disfrutar de aquel capullo palpándolo con deleite y hundirlo entre mis nalgas. Era casi tan grande como un durazno, pero suave y viscoso por el flujo con que se había untado al pasar entre los labios de mi empapada vagina. Lo acaricié golosamente antes de separar mis ancas para sujetarlo entre ellas.

Caminábamos despacito al tiempo que yo me frotaba con su tranca y acariciaba su fuerte y suave trasero. Él iba gimiendo de gusto al tiempo que yo caminaba de espaldas. Aflojaba ligeramente mi abrazo para permitirme separar nuestras pelvis, y seguidamente apretarlo fuertemente para provocar el choque de nuestros sexos. Su miembro estaba tan envarado que podría haberme colgado de él si hubiera podido mantenerse en pie firmemente. Ejercía una presión desesperante en mi entrepierna. Tenía mis muslos totalmente chorreando y su falo engrasado para poder penetrar con suavidad por la más angosta abertura.

No podía más, me puse de puntillas y con una mano la deslicé en la entrada de mi cueva, planteé los pies y… ¡o maravilla!, una inmensa masa suave, dura y ardiente me desgarró hasta lo más profundo de las entrañas. Era un inusitado y terrible dolor el que me hizo sentir tan grandiosa invasión, pero extrañamente, lejos de retirarme, lo apreté más y más, como para romperme por dentro. Los dos bramábamos como locos. Me movía ligeramente hacia detrás sintiendo como esa enorme y dura vergota forzaba todas mis entrañas, tanto a lo ancho como a lo largo. Lo restregaba dentro de mí y lo hacía embestirme con rabia, como si mi deseo fuera que me penetrara hasta traspasarme o reventarme.

Algo desfallecida y totalmente empalada, logré llegar al retrete. Giré y lo hice sentar sobre la taza, al tiempo que yo, con toda su verga dentro de mí, caí a horcajadas sobre sus muslos. Me quité totalmente el camisón para que él me sobara, manoseara y chupeteara a placer mis tetas. Daba agudos y prolongados gritos al tiempo que me embestía desde la taza del inodoro. Yo contribuía a robustecer los bestiales golpes que recibían nuestros genitales levantándome hasta dejar menos de la mitad de su verga dentro de mí, para seguidamente, y aprovechando su embestida, darme un sentón con fuerza y hundirla hasta lo más profundo de mi vientre y clavármela hasta la raíz; tal era la locura de ardiente pasión que me provocaban las relaciones incestuosas con mi hermano, que mi raja era un chapoteadero cada vez que esa verga se hundía en mis entrañas.

Debía de sujetar su oscilante cabeza para hacer que su abierta boca abarcase mis negros y turgentes pezones. Le restregaba mis babeadísimos pechos por toda la cara mientras él, con sus convulsivas manos, me agarraba de las nalgas abriéndomelas con saña. Era una locura de placer. Sentí como abría mi apretado ano para meterme hasta dentro tres de sus largos y huesudos dedos. ¿Cómo es que en su situación sabía tanto de esto?… ¿Sería instintivo?…

Sentí que me desgarraba el culo al tiempo que un largo aullido salía de su garganta y un manantial de cálido semen inundaba mi interior. Después de unas cuantas sacudidas, su esperma llegada con profundas y largas arremetidas, hasta lo más profundo de mi chocha; yo quedé abatida sobre él. Su pene, ahora ya blandito, aunque no flácido, permanecía aún muy dentro de mi cuevita. Marcos estaba también desfallecido e inmóvil, sentado en el retrete. Despacito me deslicé hacia detrás al tiempo que disfrutaba mirando y sintiendo como me salía de él. Me dejé caer de rodillas a sus pies y tomando la causa de mi placer; introduje su verga en mi boca para envolverla dulcemente con mis labios, lavarla con mi lengua, y disfrutar de la viscosidad que la envolvía y de la mezcla de olores y sabores que emanaban de ella.

Sentada a sus pies, aunque cansada, quería dar rienda suelta a todas las obscenidades que en tantas ocasiones imaginé, aunque nunca tuvieran nada que ver con la actual situación, pero que por permitirme ahora ser la única directora de estas, mi imaginación se desbordaba con las ideas más lujuriosas y desvergonzadas para reivindicar su realización. Aún sentado en el retrete, puse sus corvas sobre mis hombros y en esta postura incómoda lo animé a que meara para poder verlo desde mi posición. Con una mano sujeté su largo pene para evitar perderme los detalles, con la otra, metida entre sus piernas, separaba un poco más sus nalgas y con un dedo estimulaba su ano, clavándoselo tan hondo como pude.

Cuando hubo cumplido con mis expectativas, lo ayudé a incorporarse para ponerlo sobre el bidé. Ahora él solo se sujetaba de mis pechos. Lo senté de cara a la pared, y enjabonándome bien mis manos, le levé sus bonitas nalgas y su rosáceo ano. Cuando me harté de acariciarlo de las mil formas que se me ocurrieron, y lo penetré repetidamente con cada uno de mis dedos, lo puse de pie, ligeramente inclinado hacia delante y apoyado en la pared. Le abrí con impúdica voluptuosidad sus nalgas y besé y chupé su ano, así como absorbiéndolo con mis labios a modo de ventosa, introducía dentro de él mi afilada lengua para palparlo por dentro y disfrutar del calor y de la viscosidad que existía dentro de él.

Lo hice girar sobre el bidé, y apoyándolo en la pared, era yo quien ahora se sentaba ante él. Tomé con mi mano izquierda su enorme garrote para con ella y mi boca, ordeñarlo cuanto pudiera y saciarme de su cálido semen, al tiempo que metía dentro de su ano el pulgar de mi mano derecha para hacerlo disfrutar por ambas partes. Él gritaba como un animal extraño, al tiempo que con su mano más controlable me tenía agarrada por detrás de la cabeza haciéndome tragar su vergota hasta lo más hondo de mi garganta. Por mi parte, yo le metía mi pulgar al menos cinco centímetros dentro de su recto, pues por las razones que fuesen lo tenía dilatado como si de una buena vagina se tratara.

Nunca disfrute tanto de una bebida. Llenaba mi boca con su semen cálido y lo saboreaba como el mejor de los vinos. Cuando notaba una nueva oleada, lo tragaba degustando el esperma a lo largo de mi garganta, recibiendo así cada una de las eyaculaciones a que generosamente me invitó mi hermanito, pero procurando dejar siempre algo para untar bien mi cara y mis pechos.

Saciada de placer, lavé nuevamente su sudoroso y pringado cuerpo junto con el mío. En brazos lo llevé a la cama y allí, bocarriba e inerte, me tumbé a su lado. Todo aquello debió de ejercer una extraña reacción en su imparable sistema nervioso, pues lo dejó completamente paralizado y sin contorsión alguna. Únicamente sus ojos reflejaban el desconcierto que sentía ante tan agradables e increíbles contactos y visiones. Desnudos el uno junto al otro, ahora yo completamente agotada, me dejaba manosear y babear sin ningún pudor o sensación de asco. Pasaba sus manos por mi cara y mi cuerpo sin dejar resquicio alguno por besuquear y toquetear toscamente. Sobre todo se centraba en mis pezones, mi sexo y mis tremendas nalgas.

Así debimos de pasar más de media hora, hasta que me pude recuperar lo suficiente como para continuar con mis obligaciones. Me levanté aunque antes de hacerlo no pude resistir la tentación y quise gozar otra pizca, por lo que poniéndome a horcajadas sobre la cabeza de mi hermano, me agaché para que él pudiera disfrutar con la vista de mi sexo. No decía nada en absoluto; únicamente movía su cabeza sin sentido. Me agaché y froté mi vulva sobre su cara y boca. Él tomó entre sus labios mis labios internos y los sorbió estirándomelos hasta la saciedad; sentía como se revolvían dentro de su boca entre su lengua, que finalmente sacó y metió dentro de mi vagina.

Fatigada por las sensaciones, me senté prácticamente sobre su cara, y a pesar que mis nalgas quedaban tapándole la nariz, él no tuvo ningún problema para respirar, pues a cada lengüetazo que me daba, yo me retorcía como lombriz. Cuando ya no aguanté más, empecé a derramarme a cántaros y él, ávidamente se tragaba mi flujo. Cuando abrí los ojos recuperándome del avasallador orgasmo, vi su percha insolente que cabeceaba al ritmo de la respiración de su dueño, no lo pensé dos veces y me abalancé sobre su enorme verga para mamársela un poco y lubricarla muy bien; y hecho esto, me levanté para sentar a mi hermano en la cama, apoyándole su espalda en la cabecera y que así pudiera ver todo cuanto hiciera con él.

De pie y de espaldas a su cara, le pasé mis nalgas sobre ella, abriéndomelas para que babosease bien mi ojete, cosa que hizo sin necesidad de que yo se lo indicara. A continuación avancé lo suficiente para estar sobre su vientre. Me puse en cuclillas, siempre mostrándole obscenamente mi tremendo culo, y enderezando su dura macana que le presionaba el vientre con fuerza, lo icé y apunté el glande a mi ano… Al menos tardé cinco minutos en poder cobijar la cabezota de su verga en el interior de mi culo. Me dolía terriblemente, pero al tiempo me volvía loca de placer. Él aullaba muy bajito y por alguna extraña razón no movía ni un solo músculo. Poco a poco, y uniendo mis agudos chillidos de perra en celo a los suyos de placer, me la fui clavando entera en mi adolorido trasero. Me llenaba por completo el intestino, pero una vez acomodada dentro de mis entrañas y con el esfínter suficientemente dilatado, el dolor dejó paso al placer.

Procuraba que mi hermano contemplara como me tenía penetrada y como mis movimientos de sube y baja sacaban y metían su macanota, junto con la piel de mi culo, como si se tratara de un calcetín que enrollas al tobillo. Estuve en esta posición y con estos placenteros meneos hasta que mi hermano se vino dentro de mí. Chorreaba su semen cuando yo subía y su palote salía de mi ano, aunque también servía de lubricante para cada nueva penetración.

Cuando terminó de vaciarse, me saqué la verga del culo, y continué de espaldas a su cara, levanté mi culo delante de ella, y a un palmo de sus espantados ojos, agachada, con mis manos separé mis nalgas cuanto más pude para que mi ojete pudiera estar completamente abierto y visible. Empecé a pujar haciendo un poquito de fuerza, hasta que lentamente descargué sobre su pecho y ante su desconcierto y asombro, unas duras heces que la penetración me había aflojado. Seguí pujando, expulsando uno que otro pedo, mientras me seguía cagando sobre él.

Una vez que la sensación de excretar me había pasado, me volví y bien abierta de piernas, y ante su estupefacta mirada, separé los labios de mi papaya y le dije que si quería beber mi orina abriera la boca. La abrió como una gran olla, acerqué mi vagina a ella y despacito fui orinándome dentro hasta dejarle la boca lo suficientemente llena, pero dándole tiempo a que se lo tragara. Después, con los labios de mi papaya bien abiertos, los froté por sus labios y por toda su cara.

Después de lavarlo y de lavarme, lo vestí con un amplio pantalón de deporte. Yo aún seguía completamente desnuda, lo que a él le mantenía hipnotizado permanentemente. Lo llevé a mi habitación y me estuve vistiendo delante de él para que no se perdiera nada que en su triste, aburrido y solitario futuro pudiera traerle recuerdos variados y maravillosos. Me vestí con una amplia y fresca blusa multicolor que me cubría hasta las caderas, por supuesto que sin brasier ni pantaletas; iba a ponerme la falda, pero como casi nadie visita la casa, deseché la idea.

Ya era mediodía y lo llevé a la cocina para hacer su desayuno. Me puse un delantal de plástico y preparé café con leche y pan de molde frito, con margarina y mermelada. Mientras me movía por la cocina en estos preparativos, Marquitos no aparataba la mirada de mis redondas nalgotas; y cómo la cocina es estrecha y alargada, con frecuencia debía de pasar junto a él y siempre que lo hacía era ofreciéndole mi caliente trasero para que con sus torpes y ávidas manos pudiera manosearlo por unos instantes. Su terrible tolete asomaba obsceno por la pernera izquierda de su corto pantalón de deporte, que con la presión de la erección se le había subido hasta la ingle.

Llevé el desayuno al comedor y después a mi hermano. Lo acerqué bien a la mesa y me senté encima de ella, frente a él, con las piernas bien abiertas y con los pies sobre los apoyabrazos de su silla, de manera que mi vagina y mi culo le quedaran bien visibles y accesibles. Puse su taza de café entre mis piernas y partí en tres tiras cada trozo de pan. Con la cucharilla tomé un buen pedazo de margarina y me la unté entre las nalgas. Era curioso observar las caras que mi hermano ponía tratando de adivinar que nueva sorpresa le deparaba cada momento. Jadeaba y se frotaba la verga con desesperación. Los ojos le giraban desorbitados y babeaba como un poseso sin dejar de realizar movimientos con la cabeza que parecía querer desenroscarse del cuerpo.

Tomé una de las seis tiras del panecillo frito y me la froté por el culo para que quedaran bien untadas de margarina. Luego, con una cucharilla tomé mermelada del tarro, y abriendo con la misma cucharilla mis labios vaginales, dejé caer entre ellos la mermelada, que despacito fue bajando hasta el trozo de pan untado de margarina que previamente tenía en parte dentro de la cuca. Una vez untado este de la mantequilla, de la mermelada, y también del “moquillo” que mi sexo ya había empezado a expeler, le pregunté si le gustaría comérselo así.

Una extraña risa nerviosa llenó su rostro al tiempo que inequívocamente decía un “SI” constante con repetidos asentimientos de su cabeza. Saqué de entre mis labios el pan para mojarlo en la taza de café con leche y despacito lo acerqué a su boca. Parecía un pajarillo cuando sus padres le acercan la comida a su descomunal y desproporcionado pico. Él no piaba con desazón, pero gemía con desesperación con su grandísima boca abierta de par en par. Tomó entera la tira del pan y con una satisfecha sonrisa lo saboreó como es difícil de imaginar. Masticaba con la boca abierta y podía verse como la tostada se convertía en un bolo bien mezclado con la abundante saliva que la lujuria sustituía a la gula.

Una a una, de esta manera se comió todas sus tostadas. Seguidamente lo arrimé con mis pies al borde mismo de la mesa y le ordené que me limpiara con su lengua los restos de mermelada y mantequilla con los que estaban mis partes bien embadurnadas. Me tumbé sobre la mesa y me arrimé tanto a él con los muslos separados, que apenas tenía necesidad de inclinarse para chupetearme cuanto quisiera.

Desde luego que me limpió bien a fondo. Su larga y gorda lengua no dejó resquicio alguno por el que pasar o meterse, y no satisfecho con esto empezó a emitir extraños sonidos al tiempo que metía su lengua en mi trasero. Cada vez eran mas desesperados, así que doble mis piernas hacia detrás y con mis manos separé mis nalgas para que se diera rienda suelta a la libidinosidad que yo pensaba, y lograra meter aún más su lengua dentro de mí; pero lejos de apaciguarse empezó a absorber los bordes de mi culo, que por lo nalgona que soy, era como si tuviera una pequeña varilla entre mis nalgas, y así, conseguía metérmela muy hondo.

Sus carnosos y absorbentes labios, y su agilísima lengua, me tenían no a cien, sino a mil, por las lentas y suaves pasadas que realizaban tanto por el cráter de mi ano como por la profundidad que alcanzaba, y para desahogarme y estimularlo mucho más, no se me ocurrió otra cosa que ponerme en cuatro y abrirme de nalgas frente a su cara, empecé a pujar tratando de hacer del baño, de excretar en esa posición y frente a su cara. Con la fuerza que hacía un sonoro y apestoso pedo salió de mis entrañas para sorprender a mi hermano que intentaba averiguar que nueva trata se me había ocurrido; así que seguí haciendo fuerza de nuevo y una pequeña, pero gruesa y sabrosa pelotilla de mierda salió expulsada de mi culo… Mi idea era hacer que se comiera mi excremento, pero me dio miedo que pudiera enfermarse del estómago y que se terminara nuestra luna de miel.

A lo más que llegó, fue a meterme los dedos de la mano que mejor controlaba en el culo, y sentir como mi esfínter se contraía una y otra vez expulsando mi materia fecal. Con ese fenomenal espectáculo, mi orgasmo cimbró mi cuerpo y él se quedó completamente extasiado, cuando disparó potentes chorros de leche sobre la mesa, y que como gata en celo, lamí con deleite, a pesar que el aroma a mierda inundaba el comedor. Él solo veía como su cerda y perversa hermana, lo complacía con lo que quizá siempre soñó, y de verdad que lo notaba ya cansado.

Retiré la mierda y más relajado como jamás estuvo en su pasada vida, mi hermano me pidió su café con leche con la mirada. Lo bebió y rápidamente se quedó profundamente dormido, debía de estar extenuado. Eran ya cerca de las tres de la tarde y estaba terminando de poner en unos cuencos pequeños el arroz con leche que preparé para después de la comida, cuando nuevamente me sacó del ensimismamiento en que estaba extasiada, uno de esos sonidos guturales que eran propios de Marquitos.

Fui a ver que deseaba y como imaginé, eran ganas de orinar. Me gustaba tener que volver a toquetearlo, me era muy agradable, así como verlo disfrutar con mis escandalosos actos, pero tenía otras cosas que hacer y cada vez que empezaba con él, me ponía tan cachonda y desenfrenada que podía pasarme horas enteras sin otro pensamiento o deseo que no fuera volverlo loco de gusto y caer agotada de mil penetraciones bestiales.

En vez de darle la botella para que orinase, tal y como mi mamá me enseñó, lo llevé en su silla de ruedas al cuarto de baño y allí lo senté en el bidé de la manera acostumbrada. Nada más sentarse, me echó mano a mi pubis por debajo del mandil y me agarró con brío mi rajita mientras con su ya conocida risita balbuceante me daba a saber su agrado. Le retiré la mano diciéndole que eso… sería después de comer. Bajé su pantalón y le dije que orinara en el bidé, pues luego debía de lavarlo para limpiarle la gran cantidad de semen que tenía desperdigado por los muslos.

Cuando terminó, abrí el grifo y lo lavé enjabonándole bien los muslos, el trasero y su enorme longaniza. Manoseé bien su glande; metí mis dedos nuevamente en su trasero y chupé, chupé y chupé esa verga que me había transformado en una puta y marrana cerda, capaz de las peores cochinadas. Eyaculó otra vez, pero ahora dentro de mi boca. Nuevamente me tragué con placer el semen dulzón y denso que sentía estrellarse con fuerza en mi paladar a cada arrebato de delirio.

Completamente desnudos comimos; primero le di a él su comida: pescado frito y arroz con leche. De pié a su lado y con sus dedos hurgando dentro de mi trasero y de mi coño, comió sin rechistar, aunque eso si, manchándose mucho más que de costumbre debido al constante movimiento de su mano izquierda que no cesaba de masturbarse. Cuando yo iba a empezar a comer a su lado, hube de levantarme, pues noté que se iba a correr y no podía evitar la tentación de tragarme tan delicioso néctar blanco y condensado, por lo que me agaché entre sus piernas para meter en mi boca su fascinante cabezota y que volcara toda su crema dentro de mi boca como aperitivo único.

Su abundante explosión inundó mi boca, y con mis labios prietos en la base de la cabeza de su reata para evitar derramar una sola gota, la batí antes de tragármela, con mi lengua aún en la verga, haciendo así mayor su placer, y provocándole de esta forma una enorme catarata de esperma que me supo deliciosa. Comí sin lavarme la boca, sin apartar la mirada de la vergota de mi hermano, y sin dejar de decirle la mayor serie de obscenidades que nunca imaginé que pensaría, y menos aun pronunciaría; y encima se lo estaba diciendo a mi hermanito pequeño. ¡Que barbaridad, pero como disfrutamos!…

Recogí la mesa, y después de arreglar todo aquello un poco, le puse la televisión y me fui a echarme una buena siesta para hacer tranquila la digestión y recuperarme del agotamiento que tenía, tanto físico como mental. Duermo bocabajo y creí estar soñando que me tocaban el trasero, pero un empujón fuerte entre mis nalgas para separarlas me hizo volver a la realidad. Mi susto fue morrocotudo, pues despertarme de manera tan desacostumbrada me sobrecogió. Pero aún me estremeció más el ver que era mi hermano quien estaba junto a mi cama tocándome las nalgas. Nunca había sido capaz de mover su silla de ruedas más de un palmo, pues su falta de coordinación le impedía dar a las ruedas de su silla en un solo sentido, por lo que tanto daba hacia atrás como para delante; a la rueda izquierda o a la derecha.

Su enorme deseo de sexo lo impulsó a cruzar la sala, llena de muebles, y a través del pasillo lograr llegar a mi dormitorio y ponerse junto a mi cama para tocarme. Parecía increíble el poder del sexo. Pienso que si hubiera permanecido unos días en casa, habría llegado a lograr que se metiera solo en mi cama.

Me agradaba despertarme con caricias cargadas de deseo. Me arrimé al borde de la cama para facilitarle sus manoseos y caricias. Estaba obsesionado con mi tremendo culo de nalgas apetitosas, pues me agarraba fuertemente de uno de los tobillos para separarlos y poder ver entre ellos. Llevé mis manos para detrás y yo misma me abrí de nalgas para facilitarle su labor. Después de un breve momento en el que intentó alocadamente meter sus dedos tanto por mi culo como por mi vagina, dio un fuerte gruñido de impotencia y se abalanzó sobre mi culo. Casi se cae de la silla si no llega a aferrarse a mis muslos.

Nunca había manipulado las ruedas de su silla, ni nunca había separado su espalda del respaldo sin ayuda. En una sola tarde ya había realizado dos cosas que creíamos imposibles. Temí que se fuera al suelo definitivamente, por lo que opté por sujetarlo como pude y bajándome de la cama, le metí mi mano por detrás, entre sus muslos, y de un fuerte empujón lo subí a mi cama. Lo acosté bocabajo y lo coloqué hacia la mitad inferior de la cama a fin de que tuviera mi trasero muy a su alcance. Yo también me tumbé bocabajo y me desplacé debajo de él, de manera que su cara estuviera justo entre mis separadas nalgotas.

Durante cerca de una hora estuve disfrutando de sus incansables manoseos y chupeteos. Todo mi trasero estaba enrojecido de mordidas e inundado de babas. Me sobaba el culo con gula y desvergüenza, disfrutando como nunca vi disfrutar a nadie con nada. Metía su lengua, sus dedos, sus ojos, su barbilla, sus orejas o su nariz, allá donde le placía. Restregaba su frente y su naricita tanto en lo carnoso de mis nalgas como en mi abierta y lubricada vulva. Absorbía la prominencia de mi abultado ojete o los labios de mi sexo, para meter dentro su lengua y lamerme bien profundo. Yo disfrutaba y me venía y él sorbía todo mi néctar.

Cogimos toda la tarde y buena parte de la noche. Me lamió el cuerpo entero repetidas veces. O más bien, le pasé repetidamente mi cuerpo por delante de su cara y de su boca para que me lo chupara. Me puse bocarriba, debajo de él, para que me la metiera al tiempo que me mamaba las tetas. Bocabajo para que me diera por el culo. Me cogió de lado, aunque aquí si que me costó un triunfo, y solo gracias al gran tamaño de la verga conseguía meterla por detrás sin que me la sacara demasiadas veces. No sé decir cuantas veces lo hicimos ni cuantas veces nos vaciamos, pero debieron de ser tantas que el agotamiento nos sirvió para tener el más largo y reparador de los sueños, pues pasaba del mediodía cuando desperté al día siguiente.

Después de comer, llamé al hospital para preguntar por mi madre. Hablé con ella y me dijo que llegaría a media tarde, por lo tanto apenas nos quedaban unas pocas horas para disfrutar.

Silvia Mendoza

The post MI HERMANO MARCOS: Realicé todas mis perversiones a costa de mi hermano que sufre de paralisis desde los 10 años appeared first on Relatos Porno | Relatos Eróticos : Comunidad de Historias de sexo gratis..

Después de experiencias no demasiado gratas con chicos de mi edad, descubrí mi potencial con un profesor

$
0
0

Hola. Mi nombre es Clara, y lo que voy a contar sucedió hace ya ocho años. Cuando me miro en el espejo me sigo gustando. No es que sea una belleza de relumbrón, pero mis ojos oscuros, grandes y sombreados por largas pestañas siguen teniendo ese brillo que tantas veces me han admirado. La boca es quizús demasiado grande, con labios gruesos y sensuales de los que se reían mis hermanos cuando era pequeña, pero que ahora estún de moda. Mis pechos siguen erguidos, ahora que ya soy madre y que aún han crecido mús. Aún recuerdo mis apuros cuando fui la primera de la clase en llevar sujetador, y el complejo que tuve a causa de su tamaño.

El resto prefiero dejarlo a vuestra imaginación: bastarú con deciros que la inmensa mayoría de los chicos empezaban admirando mis ojos, pero pronto pasaban a querer tocarme las tetas y, en cuanto conseguían esto, a pedirme que se la chupara “con esa boquita de zorra que tienes”.

Sí, algo de eso deben de ver en mí, aunque es cierto que hasta que ocurrió lo que os voy a contar ahora el sexo no tenía un papel muy importante en mi vida. Empecé a masturbarme con catorce años, y rara vez mús de una vez por mes. Ya os he contadolo que en mí veían los chicos. En cuanto me besaban por primera vez las manos se les iban a mis tetas (¡lo que las habré maldecido por ello!), proporcionúndome mús verg¸enza que placer. A los diecisiete años, después de un año saliendo con mi primer novio, Juan, me sentí obligada a perder la virginidad.

Era la última de la pandilla, pero la experiencia no fue nada del otro mundo. No es que lo pasara mal, pero en cuanto el dolor empezaba a desaparecer y estaba a gusto, mi novio se corrió. Con decir que lo hicimos sin condón, os daréis cuenta de lo descerebrados que éramos. Para colmo, no sangré y mi novio no se creyó que no lo hubiera hecho antes. Se lo contó a todo el mundo y eso aumentó una reputación de calentorra que nunca he sabido muy bien en qué se basaba porque no tenía nada que ver con la realidad.

En fin, entre el miedo al embarazo, que Juan me dejó y las cosas que tuve que oír de mis compañeros de clase (casi siempre acerca del volumen de mis pechos o invitúndome a chupúrsela, mús que a otras cosas) no me quedaron ganas de repetirlo. Hasta un año mús tarde. Afortunadamente, dejé el instituto y empecé en la universidad. Como la economía familiar no era demasiado boyante, empecé también a trabajar como canguro. Para ello me dirigí a una agencia. Nunca se me hubiera ocurrido lo que iba a cambiar mi vida aquel trabajo. En efecto, llevaría un par de meses cuando el destino quiso que me contratara un matrimonio formado por dos de mis profesores.

A él le llamaré Carlos. De unos cuarenta años, alto y delgado, y con sienes comenzando a platearse, tenía a la mitad de sus alumnas enamoriscadas de él. Nunca jamús faltaba a clase y era muy buen profesor, pero por supuesto no era eso lo que les (¿debo decir nos? Yo creía que no) atraía. Tenía fama de duro, pero también de justo. Muy agradable, con una voz profunda y varonil, lo mejor de él sin embargo eran unos enormes ojos azules, que te hacían temblar cuando se dirigían a ti.

La mitad de sus alumnas, como ya os he contado, se cambiarían a gusto por, llamésmosle Mercedes, su mujer. Tan alta como él, también delgada pero de mucho peor carúcter, sus alumnos masculinos decían de ella que lo único que era mús admirable que su mal genio era su culo cuando llevaba vaqueros. Al parecer, cuando se volvía para escribir en la pizarra con esa prenda sus alumnos tenían serios problemas de concentración.

En fin, para mí fue tan sorpresa como para ellos el saber que un súbado por la noche me iba a hacer cargo de su hijo. Carlos me reconoció en cuanto me abrió la puerta, y me dirigió una sonrisa de las suyas al reconocerme y llamarme por mi nombre. El niño de apenas año y medio, Pablo, era tan guapo como sus padres, y un verdadero cielo con el que todo era muy fúcil. Llegaron como a las tres y media de la mañana, y como todo fue bien me propusieron que cada vez que necesitaran alguien para cuidar al niño me llamarían directamente y así me pudiera quedar con el porcentaje de la agencia. Cómo no, fue Carlos el que me lo propuso y me faltó tiempo para aceptar. Creo que fue entonces, cuando clavó aquellos impresionantes ojos azules en los míos, cuando empecé a perder la serenidad. Pero aquello era una locura por un montón de razones: no sólo la diferencia de edad, sino que era mi profesor, y para colmo casado con otra profesora… en fin, era inimaginable.

Sin embargo, mis visitas a su casa iban siendo mús frecuentes. Casi todos los súbados salían a cenar o a divertirse, y al final, de común acuerdo con mis padres, acabaron dejúndome una habitación para que no tuviera que irme tan tarde a mi casa después de que ellos llegaran. Creo que recuerdo mi primera fantasía erótica, mi primera masturbación pensando en Carlos. Me lo imaginaba clavúndome sus ojos azules en los míos a la vez que, mús abajo, imaginaba que era su lengua la que recorría el camino de mis dedos. Me lo imaginaba así, gentil, tierno y cuidadoso con mi cuerpo. Fue una paja pasajera, pero tan sabrosa que empezó a ser la fantasía que utilizaba para excitarme. Inevitablemente, me lo imaginaba penetrúndome sin dejar de mirarme fijamente a los ojos…

Yo no podía estar a gusto conmigo misma, me sentía mal, pero mis masturbaciones se hicieron mús frecuentes que nunca. Me preguntaba cómo haría el amor con Mercedes, y me lo imaginaba tierno y delicado. Sin embargo, unos meses mús tarde tuve ocasión de comprobar lo contrario. Como ya os he dicho, me quedaba a dormir en su casa, y una noche sentí unos ruidos apagados, y pensé que era Pablo que tenía una pesadilla. Lo estúis imaginando, claro que sí… me levanté, pero no era Pablo. Los suspiros ibn elevúndose de tono, y ya eran jadeos claros y cada vez mús frecuentes. No debí hacerlo, pero procedían del dormitorio de Carlos y Mercedes y no pude evitarlo. Intentando hacer el menor ruido posible, me acerqué. Tenían la puerta completamente abierta, pero creo que una banda de música completa podría haber entrado en la habitación sin que ellos, o al menos ella, se inmutara. Porque prúcticamente todos los jadeos procedían de la boca de Mercedes.

Puesta a cuatro patas con el culito –aquel culito admiración de la facultad- en pompa, sus manos crispadas intentaban agarrarse a las súbanas sin conseguirlo, y tenía la cabeza completamente hundida en la almohada, intentando ahogar con ella sus alaridos. Pero no podía. Estaba completamente fuera de control, ay, si, si, si… ay si sigue sigue no pares… Su suerpo entero se convulsionaba como si le pasara una corriente eléctrica. No, no por favor… sigue no pares… (ahora sé que justo entonces, con ella al borde del paroxismo, él se había parado precisamente).¡Ah, métemela cabrón, métemela… a tu puta…. A tu puta……gritaba.

No podía creer lo que estaba oyendo de aquella mujer que a todos parecía fría y distante fría y distante… sumida en la desesperación mús absoluta, sólo pendiente de la polla de su marido, pendiente sólo de su placer. Métela otra vez… entera… Entonces (y sólo entonces) Carlos empezó a moverse como un diablo, cogiendo la melena de su mujer y tirando de ella con una mano, mientras con la otra le daba unos tremendos cachetes en el culo. ¡Así, así, asíííííí! El cuerpo entero de Mercedes se crispó mientras su garganta aullaba un orgasmo de una violencia que no hubiera imaginado posible (desde luego, nada parecido a los que había provocado yo ni a Juan ni a otros chicos con mi sexo o mi boquita).

Derrotada, cayó rendida. Por un instante ví su cara, boqueando en busca de aire, y que reflejaba a la vez el cansancio mús enorme y la satisfacción mús exquisita. Y entonces vino la segunda sorpresa. Al caer su cuerpo, dejó al descubierto el punto de unión de sus sexos. Y no era el que yo había imaginado. Sí, había oído que también así se podía hecer el amor, pero pensaba que aquello pertenecía al mundo del porno profesional. Y es que la polla de Carlos no estaba en la vagina de Mercedes, sino en su recto. ¿qué cómo lo sabía? Esa fue la tercera sorpresa.

Aún con Mercedes desfallecida, parte de la descomunal tranca de Carlos seguía aún dentro de su culo. Entonces la sacó, provocando en su mujer un quejido que me pareció mús de dolor que de placer, y es que no era de extrañar: creo que palidecí al ver aquella mole de carne, tan larga, gruesa y llena de venas que, a primera vista, me pareció al menos el doble la de Juan (que no era pequeña).

Vamos, zorra, a trabajar, le dijo. Le dio un cachete aún mús sonoro en el culo y volvió a cogerle del pelo, arrastrúndola por la cama hasta metérsela en la boca. Mercedes intentaba tragar, pero era imposible meterse todo aquello, y mús con la violencia con que Carlos le clavaba la polla una y otra vez. ¡Saca la lengua! Le dijo, y por fin manó la lefa de aquella grandiosa verga: un chorro detrús de otro por toda la cara, la lengua y las tetas de Mercedes. …sta hacía lo que podía por tragar y lamer todo.

Carlos, a mitad de trabajo suspiró pero aún tenía pendiente la última humillación. Se puso de pie y se limpió cuidadosamente la verga con la melena rubia de Mercedes, que seguía sacando la lengua ansiosa en busca de alimento. Y sólo entonces, en ese preciso instante, me miró.

The post Después de experiencias no demasiado gratas con chicos de mi edad, descubrí mi potencial con un profesor appeared first on Relatos Porno | Relatos Eróticos : Comunidad de Historias de sexo gratis..

Una amiga de la preparatoria llamada Alejandra viene a mi casa y tenemos un encuentro lesbico muy apasionado

$
0
0

Desde siempre he sido lesbiana y he sentido cierto gusto por una amiga de la preparatoria llamada Alejandra, Ale en diminutivo; ella tiene 18 años (igual que yo), un cuerpo pequeño, entre 1.60, piel morena clara y cabello lacio negro hasta los pechos. A mi me pueden llamar Nat, soy un poco más alta que ella, muy delgada y con una piel muy blanca, con cabello lacio pero solo me llega hasta el cuello.

Era un día martes en el que Ale me ayudaría a cuidar a mi hermana mientras yo iba a la universidad. Pasaron las clases con naturalidad y al llegar a mi casa me encontré con Ale en la sala platicando con mi hermana. Las dos me saludaron muy efusivamente y decidimos comer algo para pasar el rato.

Después de la comida mi hermana se fue a su cuarto a hacer la tarea, yo sabia que no bajaría hasta muy tarde ya que así siempre ha sido. Ale y yo seguimos platicando de cosas de su vida y mi universidad, todo normal, pero después de un rato de charla los temas se empezaron a tornar románticos, ya que siempre le he gustado, y ella siempre me ha parecido una chica si bien no bonita, agraciada. Hablamos de lo bien que lo pasamos en la preparatoria y recuerdos un poco calientes, que aunque nunca llegamos a tener sexo, nos la pasamos muy bien. Cada vez había más tensión entre nosotros, así que mientras ella me contaba alguna tontería de las que siempre hablas me acerque muy rápido a ella y le robe un beso muy corto en los labios, ella me vio con cara de asombro, pero cuando noto mi mirada fija en sus labios no lo dudo y se acerco para besarme de nuevo, esta vez no paramos, fue un beso muy húmedo, hasta que mi lengua empezó a presionar sus dientes y ella los abrió,. dejando entrar a saborear su dulce boca de adolescente.

Estábamos sentadas una a lado de otra en la mesa, y decidimos continuar esto en la sala, de camino me quite mi blusa, dejando ver un sostén blanco que ella pudo apreciar antes de sentarse en el sillón, yo me senté arriba de ella rodeándola con mis piernas, le quite su playera y pude ver un brasier negro que escondían dos pechos medianamente grandes, volvimos a besarnos con fuerza mientras ella me tomaba de la cintura y yo le quitaba el sostén, una vez retirado baje por su cuellos y comencé a besar esos pezones morenos que siempre me fueron ofrecidos por Ale, gemía y decía tonterías del amor, yo me la estaba pasando muy bien, sentí que ella me quería desabrochar mi brasier y no me opuse.

Pasaron 5 minutos y me levante para desabrochar y jalar sus pantalones, ella con un poco de miedo en la cara no se resistió, se mostraron un par de piernas un poco más gruesas que las mías, pero suaves y firmes, con un calzon negro que ocultaba una vagina cerrada y depilada. acto seguido yo me quite mis pantalones y mis boxers de una sola vez mostrando mi vagina blanca e igual depilada. Me arrodille y empece a besar sus piernas, hasta que llegue a su prenda, la cual quite mientras la veía a los ojos, seguro ella no lo podía creer. Empece con mi labor de chupar aquel agujero de adolescente inexperta, lamia su raja entera hasta llegar a su clítoris y ahí me detenía, ella respiraba muy rápido he intentaba no hacer mucho ruido para no alertar a mi hermana, que continuaba en la parte de arriba. Seguí así durante un rato hasta que empezo a tensar su cuerpo y expulsar un liquido salado de su vagina, yo no me detuve, al contrario, empece a usar mis dedos largos acompañados de mi lengua, Ale cada vez se esforzaba más para guardar sus gemidos. eso no me importo y continué con mi trabajo. Cuando se volvió a venir soltó un “aaaaahhhhhhh” muy prolongado y volvió a tensar su cuerpo, yo seguí lamiendo y metiendo mis dedos 10 segundos más hasta que súbitamente me pare camine unos pasos hacia la mesa y me recargue de codos en ella, ofreciéndole mi redondo culo blanco, Ella tardo un poco en recuperarse y darse cuenta de mi petición, se acerco tímidamente a mi, callo de rodillas al piso y paso su lengua por mi vagina, primero suave y lentamente, pero después de un rato le pedí que lo hiciera más profundo y rápido, ella capto y así lo hizo, empece a gemir con más intensidad y le decía: “me hacia falta esto, eres mi putita, me encanta esto, ahhhh así, más adentro Ale”. Ella no se inmuto y continuo satisfaciendome con su lengua. Despues de 5 minutos empece a mover mi culo hacia ella, restregándoselo por la cara y su fleco, hasta que me vine con un gemido muy fuerte: tuve que voltear a las escaleras para asegurarme que no escucho mi hermana, pero nada paso, seguiamos solas.

Decidí continuar esto en el sillón y lleve a Mayorga para allá, la acosté boca arriba, ella me miraba miraba todavía sorprendida por lo acabado de ocurrir. tome una de sus piernas y la levante hasta mi hombro, era el momento de lo mejor. me puse en frente de ella, incada, vagina con vagina, y me empece a mover lentamente, con idas y venidas exageradas, enseguida empece a notar humedad entre las dos, y comenzamos a gemir, muy bajo para no alertar a mi hermana, mis movimientos empezaron a acelerar y yo empece a gemir más rápido, el cabello y las tetas las dos se movían muy acompasados, ella me seguía viendo a los ojos, las dos estábamos ya un poco cansadas. “ahh Nat, siempre te he amado” me decía mientras gemía, yo con mis movimientos prefería no contestar y dejarme llevar por el placer que me provocaba aquel cuerpo femenino. Despues de 10 minutos y llenas de sudor, decidí parar por el cansancio, me acosté enésima de ella y nos besamos con mucha fuerza, mis desdos llegaron a su vagina y ella guio los suyos a la mía, continuamos poco tiempo así hasta que despues de gemir al unisono nos venimos.

Cansada de su contacto me pare y fui por un vaso de agua y a ponerme mi ropa, ya que mi hermana nos pudo haber escuchado, le pedí que hiciera lo mismo y le insinué que ya era tarde y vivía un poco lejos, así que confundida por mi frialdad se fue sin mucho entusiasmo. No sé si esto se volverá a repetir, pero sin duda no tenía algo mejor que hacer ese martes en la tarde. Esta historia es real y pueden buscarme a mi como Natalaia Itzel en Facebook, tengo una foto de mi con el cabello muy corto y con fleco para quedar un día a que cuides a mi hermana, y a ALe Mayorga igual, tiene una foto de Green Day en Face

The post Una amiga de la preparatoria llamada Alejandra viene a mi casa y tenemos un encuentro lesbico muy apasionado appeared first on Relatos Porno | Relatos Eróticos : Comunidad de Historias de sexo gratis..


El caballo de Santiago y Pepa nos proporcionó una sesión de sexo inolvidable, llena de lujuría y corridas interminables

$
0
0

Después de la afirmación de Julián, yo me quedé mirándolos a los cinco. Se empezaron a reir mientras Ramón se dirigió al caballo, se puso detras del animal y empezó a acariciarle sus enormes pelotas, el caballo se quedaba quieto signo de que estaba disfrutando y que estaba acostumbrado a participar en algunos juegos eróticos. Santiago y Pepa se acercaron al animal y empezaron a masajear su enorme rabo, incluso Pepa empezó a pasar su lengua por el palo sonrosado que iba creciendo a marchas forzadas.

El caballo no muy grande se quedaba quieto, Santiago seguía pajeandole y Pepa chupaba la punta de aquel enorme vergajo de casi 60 cm y grande como mi antebrazo, me recordaba a la polla de Julián pero mas larga. Dolores nos estaba comiendo las pollas a Julián y a mi mientras se metía tres dedos en su coño caliente y húmedo. Yo besaba a Julián y acariciaba su preciosa barriga y sus peludas tetas, mientras él introducía dos dedos en mi culito con ganas de ser follado, de repente Santiago gritó: “Dolores ya está preparado” miramos hacía donde estaba el caballo y vimos aquella enorme polla tiesa como un palo esperando follarse a alguien mientras Santiago y Pepa seguían pajeando al animal y Ramón le lamía las enormes pelotas a la vez que se hacía una preciosa paja.

Dolores dejó de chuparnos las pollas y se dirigió hacía el caballo, se tumbó boca arriba encima de un montón de mantas con las piernas en alto de tal manera de su enorme y dilatado coño quedara a la altura del pene del animal. Santiago y Pepa guiaron el miembro del animal hacia el coño de Dolores y ante mi asombro empecé a ver como aquel enorme monstruo se iba metiendo en el coño de Dolores que empezó a gemir como una perra en celo mientras Pepa y Santiago mordía sus enormes tetas.

Ramón seguía lamiéndole las pelotas al animal mientras se pajeaba con una mano y con la otra empezó a hurgar en el ano del animal, el cual seguía quieto y entregado al placer que le estaban dando por todos lados. Julían babeaba viendo como su mujer era follada por aquel enorme pollón, se puso a cuatro patas cerca de ella y me pidió que me le follara, sin perder tiempo me arrodillé y le clavé mi polla de un solo golpe, “mira Dolores los dos estamos siendo follados a la vez” dijo Julián totalmente ensartado por mi polla y moviendo su culo intentando sacarme toda la leche lo antes posible.

De repente el animal ayudado por la manos expertas de Santiago y Pepa entro totalmente en el coño superabierto de Dolores que estaba como ida debido al placer que le estaba produciendo la tranca del animal, yo no daba crédito, le había entrado entera y empezó entonces un mete y saca por parte del caballo, fué cuando aprovecho el gordito de Ramón para auparse un poco y clavarle su verga por el culo al caballo, que ni se inmutó ante la enculada, debido a que no era la primera vez que se lo hacían. Santiago y Pepa estaban entregados totalmente al cuerpo de Dolores, él la besaba por todo el cuerpo, mientras ella le lamía el coño y la polla del caballo a la vez. Julián seguía con mi polla en el culo mientras se manoseaba sus huevazos y enorme pollón. Yo empecé un mete y saca salvaje, mi leche empezó a subir por mis pelotas buscando una salida y de repente estallé en el culo de Julián, el cual recibió mis chorros de leche con auténtica pasión.

El caballo seguía follándose a Dolores, su coño estaba enrojecido y su cara desencajada, era increíble ver aquello, la verga del animal entraba y salía con facilidad del coño de Dolores la cual pedía más y más. Ramón seguía enculando al animal, Julián se levantó chorreando leche por su culo, se dirigí hacía Ramón, se agachó y empezó a comerle la polla que entraba y salía del culo del animal mientras se pajeaba su enorme tranca.

Ramón se pellizcaba sus pezones y acariciaba su joven barriga a punto de llegar al orgasmo, Julián lo vió y le metió dos dedos en su joven ojete lo cual provocó que el chaval empezara a gritar, signo de que su corrida era inminente, sacó su polla del culo del caballo y se la metió en la boca a Julián, el cual empezó a succionar como un poseso, Ramón se tensó y empezó a soltar chorros de leche caliente en la boca de Julián, que tragaba como si le hubieran dado una golosina y no paro hasta que se la tragó toda y dejó la polla de Ramón limpia de restos de leche.

Dolores había tenido ya tres orgasmos, su coño rezumaba jugos sin parar los cuales ayudaban a que la tranca del caballo entrara y saliera sin dificultad. Pepa había tenido dos orgasmos también y Santiago estaba tan caliente que empezó a meterse un pequeño calabacín por el culo, al ver eso Julián, se acercó por detrás le puso a cuatro patas y le dijo: “sacate eso que vas a probar algo mejor” le sacó el calabacín y apuntó su monstruosa verga al ojete de Santiago, el cual estaba enormemente abierto, signo de que había sido penetrado por algo realmente enorme. Julián se la clavó de un solo golpe hasta que sus enormes pelotas chocaron con el culo de Santiago el cual gritó no sé si de dolor o de placer. El caballo empezó a resoplar ante lo cual Pepa empezó a ayudar en el mete y saca del animal del coño de Dolores.

La corrida de la bestia era inminente, Dolores tuvo otro orgasmo y su coño empezó a soltar leche como un torrente, el caballo se estaba corriendo, era brutal la cantidad de leche amarillenta que soltaba, Pepa empezó a lamer lo que podía, de repente la polla del caballo salió del coño superabierto de Dolores, seguía soltando leche a litros que inundaron la cara y el cuerpo de Dolores que tragaba lo que podía, Pepa no daba abasto, incluso Santiago acercó su cara para sentir la leche del animal mientras seguía enculado por la tranca de Julián. La verga del caballo iba aflojándose pero sin parar de soltar leche, Santiago se la cogió y se la metió en la boca succionando lo que podía, Pepa le ayudaba y Dolores, que estaba como desvanecida, se restregaba y relamía toda la lechada del caballo que había caido en su cara, boca , tetas y barriga. El caballo paró de correrse y Ramón le apartó para que dejara espacio vital. El coño enrojecido de Dolores seguía soltando leche mezclada con sus propios jugos vaginales ya que había vuelto a tener otro orgasmo, quizá el mas brutal de todos.

Yo estaba de pie viendo aquel espectáculo totalmente empalmado otra vez, Ramón estaba a mi lado igual que yo, nos empezamos a besar y a manosear por todo el cuerpo, era una delicia tocar aquel cuerpo gordito, sin vello, joven y caliente, tenía un culo redondo y terso, empecé a meter mis dedos dentro de su ojete abierto, él me pajeaba con dulzura mientras me mordisqueaba mis pezones duros como piedras, fue entonces cuando se arrodilló al lado de Santiago y me ofreció su culo, yo me puse de rodillas apunté y se la empecé a meter muy lentamente mientras el limpiaba la cara de Santiago llena de esperma de caballo, yo empecé a besar y a acariciar a Julían que no paraba de meter y sacar su vergajo del culo de Santiago, el cual rezumaba, caca y un poquito de sangre. Los cuatro estábamos excitados al máximo, mientras las mujeres se habían dedicado a comerse mutuamente sus coños, incluso Pepa había metido su mano derecha entera en el coño de Dolores y esta le había metido el calabacín en el ojete de Pepa mientras le lamía el coño con pasión desenfrenada.

Había un olor a semen tremendo lo cual nos excitaba mucho mas. Julián empezó a temblar, su cuerpo se tensaba, sus huevos se encogieron y gritando empezó a llenarle el culo de leche a Santiago, la cual le chorreaba por los muslos mezclada con otros jugos debido a que su culo estaba reventado. Yo aproveché y también me corrí en el culo de Ramón el cual estaba enloquecido besando a Santiago. Julián seguía con su polla metida en el culo de Santiago, “te voy a curar Santiago, ya veras que bueno es esto” dijo Julián, mientras empezaba a mearse en el culo dolorido de Santiago, le llenó por completo su ojete con una meada interminable que rezumaba por sus muslos. Yo le imité y también le llené el culito de Ramón con una meada riquísima. Cuando terminamos nos arrodillamos y lamimos los culos que habíamos follado dejándolos limpios y relajados, luego Julián y yo nos besamos con pasión entrecruzando las lenguas en nuestras bocas llenas de todo tipo de jugos.

Dolores y Pepa yacían destrozadas una al lado de la otra, Julián y yo nos acercamos hasta ellas y nos pusimos a su lado esperando recibir la leche de Santiago y Ramón que se estaban pajeando delante nuestro, ambos empezaron a soltar leche que cayó encima de nuestro cuerpos sedientos de mas leche. Julián y Pepa limpiaron las pollas de Santiago y Ramón y los seis nos quedamos dormidos en la hierba total y absolutamente relajados después de haber tenido una de las orgías más tremendas de nuestras vidas.

Cuando llegué a Madrid, Ricardo me estaba esperando en casa y no daba crèdito a lo que le contaba. Luego follamos como hacía mucho tiempo que no lo hacíamos.

The post El caballo de Santiago y Pepa nos proporcionó una sesión de sexo inolvidable, llena de lujuría y corridas interminables appeared first on Relatos Porno | Relatos Eróticos : Comunidad de Historias de sexo gratis..

Eran las 15hs estaba caminando por un shopping muy conocido, me los cruze y no se imaginan la que se armo: MI EX, SU NUEVO NOVIO (MI MEJOR AMIGO) Y YO

$
0
0

Su nombre, Claudia, su edad, 18, aspecto, bastante bueno… Fuimos novios desde los 15 años hasta lo ultimo del secundario. Por culpa mia, nos separamos, me habia cojido a la coordinadora como nunca lo habia echo con ella.

Se entero por culpa de mi mejor amigo, que al fin y al cabo no me enoje con el ya que yo no tenia pruebas para demostrarlo, pero lo sabi me lo imaginaba… veia como el miraba a ella siempre, en cada momento. Lo dejaba pasar no me importaba, nunca fui muy celoso.

A mis 26 años, todo cambio…

Era el mes de enero, fui de cómprame unas zapatillas muy de moda a un shoping reconocido aca en buenos aires, capital.

Me las habia comprado y estaba chusemando un poco de ropa para mi sobrino hasta que veo que en una casa de lenceria estaba ella… Claudia, habia crecido un monton, sus pechos estaban de 10 y de su colani hablar, parecia una manzana, madurita… Muy linda, trate de hacerme el que no la vi pero tarde, cuando me acorde ella estaba atrás mio… Me dice –hola jeronimo- le digo –hola claudia como estas?- después de conversar 5 minutos me dijo que su novio la estaba esperando en en Mc Donalds si queria acompañarla, no me negue… Cuando vi quien era el novio casi caigo desmayado al piso, era el mi mejor amigo , con el cual nos separaron las carreras, las facultades, las materias, etc….

-Comos andas pablo?- le dije casi sin decirlo… charlamos un rato, Claudia nos trajo cafes y tostados para todos y hablamos, nos reimos, lloramos… acordandonos de todo lo que habia pasado…

Pero no de lo que se aproximaba… Me pasaron los números de telefonos y regrese a mi casa, me pajeaba pensando en ella, acordandome como lo haciamos e imaginandome como lo hacian ellos…

Ese mismo dia (sabado) por la noche, no sabia que hacer habia mirado toda la programación de películas de TELEFE cuando a las 1am me suena el celular. Era Claudia, me dijo si ibamos a tomar algo los 4, no sabia de que hablaba, me dice –que no tenes novia- le dije que no, entonces se cancelo todo.

1.30am suena devuelta el celular, yo ya estaba acostandome… ahora era pablo diciendome que nos encontrabamos en el café de la esquina del colegio al que ibamos… me cambie, le pedi al encargado que saque el coche a la calle y sali para alla… hasta que encontre el café eran la 2am estaban en la puerta se subieron al coche y dijeron ambos casi al mismo tiempo –donde nos llevas-… me quede sorprendido, primero porque Claudia subio adelante conmigo y Pablo subió atrás y segundo por la expresión de ellos parecian exaltado, como si ee momento lo habian esperado.

Propuse ir al pub de un amigo, en el cual yo habia sido DJ residente por mucho tiempo y me dijeron que bueno…

Emprendi camino, habia que pasar por la zona roja y al momento de cruzar los travestis ambos bajaron las ventanillas y silbaban a los trasvestidos. Que por cierto a mi me dan mucho asco.

Claudia cuando pasamos por la zona miro para atrás y le dijo a Pablo –amor estoy aburrida y queda un buen rato de viaje- que hago…Pablo con cierta dificultad dijo –lo que tu quieras- y le empezo a tocar la pija por arriba del pantalón, casi haciendo la parabolica humana porque recuerde que el estaba atrás y ella adelante, se canso en esa posición y se arrodillo mirando para atrasreclino un poco el asiento y comenzo a sobarsela cada vez mas… yo estallaba, era la piba mas puta del mundo arriba de mi auto.

Al ponerse en 4 sus nalgas quedaron frente a mi cara, tenia que estar atento al trafico, ya que los sabado a esa hora Buenos Aires estalla con la movida de boliches, pubs, etc…

No podia creer, todo el mundo miraba el coche cuando pasaba y yo con cara de enfermo y mas solo que adam en el dia del padre, manejando y ellos disfrutando…

Continuaban ellos en su mundo hasta que Claudia arrodillada conduce sus manos al culo y se baja un poco el jean elastizado que tenia, quedando a la vista una hermosa tanga roja, que creo que la usaba conmigo…

No daba mas, hasta que Pablo le dijo basta, -donde acabaria?- me miro y poniendo cara de prestigio dijo, -no sabe lo que se pierde, o no Thiago?- no sabia donde meterme, pero tome coraje y le dije –la verdad que si Pablo, como te vas a perder esto- se rieron ambos, me parecio raro…

Fue a Pablo al que se le ocurrio la idea de parar en la “playita de olivos” un lugar donde todas las parejas con auto van y se estacionan ah……. Quien sabe? Je

Paramos, Pablo dijo que ya volvia y desendio del coche, yo veia por el espejo retrovisor a el alejandose por entre los auto, calcule que iba a ir a comprar algo a un bar o a pasar al baño… encendi la musica que me extrañaba no haberla puesto en el camino, y Claudia se puso muy pesada… me pregunto si la extrañaba, si le seguia gustando, pero yo me hacia el difícil, hasta que empezo a acariciarme la nuca, (sabiendo que eso a mi me encanta), nos besamos, toque sus pechos, el sexo que a ella le encanta le estaba haciendo efecto, los tenia muy duros…

Llego Pablo y sin extrañarse dijo, ya hablaste con el. Mi cara de duda fue impresionante, y me explicaron que les encanta hacer el amor de a 3.

Al principio la idea me confundió, pero luego emprendimos camino hacia mi departamento nuevamente… en el camino escuchamos musica, y no se si todos estabamos nerviosos o que pero hasta que no subimos no se escucho ni el sumbido de una mosca…

Ya en mi casa, nos pusimos comodo, y hablamos sobre estas ideas que tenian y que tanto les gustaba a ambos…

Claudia estaba en el medio de Pablo y de mi, y empezo a sobarnos la pija a ambos… hasta que abrio la cremallera de pablo y empezo a practicar el sexo oral, pablo con su cara de felicidad, me hizo seña como para que le mueva yo la cabeza con mi mano, asi lo hice, ella estaba muy caliente, se notaba por como chupaba…

Luego siguió conmigo, ahora Pablo le manejaba la cabeza… luego de unos minutos se paro y se desnudo, solo dejandose la tanga, me atrevi a preguntarle si era la que usaba conmigo pero me dijo que no… nos pidio que nos desnudaramos, bah que me descude porque Pablo ya estaba totalmente desnudo… se puso en cuatro ordenandole a Pablo que vaya por detrás a chuparle la vagina, y yo sentado en el sillón disfrutaba de la mamada, que me estaba dando y que tanto extrañaba…

Pablo aviso que se habia cansado, que la queria poner de una buena vez, Claudia me parece que queria que disfrutara y me dejo ahí sentado y me mostraban como cojian los 2, mientra me decia… NO SABES LO QUE TE PERDISTES, TODO POR HABERTE COJIDO A LA MUY PUTA DE JENNY (ese era el nombre de la coordinadora) EL ME ENSEÑO TODO ESTO, VOS SOLO QUERIAS SEXO SEXO Y SEXO, POR VENGANZA ME HICE ADICTA A LAS PIJAS, LA PUTA MADRE!! Y sufria cuando pablo le metia ese palo bastante grande en su concha.

Pidio que pare las embestidas y pidio que ahora siga yo, me la mojo un poco con su boquita para que entrase mejor, se la meti y le ordeno a Pablo que vaya adelante, le hizo una mamada hasta que le lleno la boca de leche, ella ni dijo ah, e trago todo, yo estaba cansado ya de tanto embestirla, Pablo estaba agotado tomando agua sentado en el sillon…

Se detuvo y le dijo un secreto al marido, yo estaba a punto de estallar… Se volvio hacia mi y me dijo que le llenara el culo de leche, asi fue, le concedi ese deseo…

Terminamos los 3 tomando una cerveza que tuve que poner en el frezeer, sentados en el sillon desnudos, sin vergüenza de nada…

Se dio otra vez, tener sexo, pero fue mucho mas interesante ya que practicamos una doble penetración, obviamente yo por el culo, porque si Pablo se lo hacia la reventaba…

Ahora casi todos los jueves nos juntamos en mi cas a tomar una cerveza y a coger, cuando a ella le viene nos hace petes a los dos y le encanta que nos corramos en su cara…

Somos como novios entre los 3

The post Eran las 15hs estaba caminando por un shopping muy conocido, me los cruze y no se imaginan la que se armo: MI EX, SU NUEVO NOVIO (MI MEJOR AMIGO) Y YO appeared first on Relatos Porno | Relatos Eróticos : Comunidad de Historias de sexo gratis..

Con 20 años de edad, una calentura digna de mi edad y un maduro de 60… MMMMM pueden pasar muchas cosas

$
0
0

Hola mi nombre es Matilde tengo 20 años de edad y soy súper cachonda. Suelo tocar constantemente mi tierno clítoris, lo froto contra cualquier objeto, casi siempre es mi forma de calentamiento y lo voy aumentando viendo pornografía, revistas y usando la imaginación, pero nada comparado con lo que me sucedió.

Mi historia comienza cuando por medio de internet cambie mi foto con un señor de 60 años, su nombre es Alex y a sus 60 años esta muy bien conservado, solíamos vernos algunas veces acompañados de amigos para tomar café pero nunca solos…

Una tarde me fui con unas amigas de pinta al cine y al salir de la función, cual fue mi impresión que me lleve al verlo comiendo solo en un mini restauran que esta en la plaza comercial que había ido, en ese momento les dije a mis amigas que tenia que irme y que las vería al otro día en la escuela.

Llegue a la mesa donde Alex estaba y al verme como que no le agrado mucho la idea pero yo atrevidamente me senté a su lado y lo salude y empezamos a platicar un poco, estaba algo nervioso pues no pasaron ni 5 minutos cuando me dijo: “Mati, tengo que irme nena, es tarde y mañana tengo que ir a trabajar…” para suerte mía ese día estaba lloviendo y le dije con cara de lastima “esta bien Alex, otra día nos veremos, espero no mojarme…” como el tiene auto, ofreció darme un “aventon” al metro, y esta era mi oportunidad y no podía desaprovecharla.

Ya estando en el auto empezó a platicarme cosas que ni al caso, pero de mi mente no se quitaba esa imagen de verlo con la verga parada, o eyaculando en mi cara, imaginaba su tamaño de su verga, el sabor de su leche, en fin, imaginaba todo y nunca escuche su platica. (han de saber que a estas alturas yo ya estaba mas mojada que nada…)

Cuando llego la hora de despedirnos se despidió de mi con un beso en la mejilla, pero no pude contenerme y le dije ¿te puedo decir algo sin que lo tomes a mal?” al contestarme que si le dije: “me excitas mucho cabron” y se quedo quieto sin saber que decir, yo usando mi sarcasmo le dije: “porque no me dejas conocer tu departamento” lo negó dos veces pero era tanta mi desesperación que le agarraré fuertemente los huevos y le dije: “¿vamos a ir o no, que no te gustan las mujeres?” y sin decir nada fuimos a su apartamento…

Al llegar lo primero que hice fue quitarle el saco y comérmelo a besos, yo ya no aguantaba gemía de placer con los puros besos, lo acariciaba por todas partes pero la verga no se le paraba, pues aunque había aumentado de tamaño no era lo suficiente como para llenar mi coño y satisfacerlo, así que sin mas ni mas, lo senté en el sillón en el que estábamos y le baje el cierre, el tenia los ojos cerrados pues le gustaba lo que le hacia, saque su flácido pené y comencé a masajearlo mmmm era lo que mas había deseado en toda mi vida, era una sensación tan bella sentir esa verga caliente y con olor a macho en mi mano, jugueteaba con ella, baja el prepucio lo subía, volvía a bajar hasta que casi sin respiración me dijo “chupamela por favor”, le dije suavemente “tienes que ganártelo” y lo lleve a la cama donde con su corbata y su cinturón lo até a la cama, para estas alturas ya tenia el pobre la verga a punto de reventarle pero quería hacerlo sufrir, así que lo excitaba para que no perdiera la erección pero mantenía el ritmo para que no se viniera.

Me pidió que me masturbara enfrente de el y lo hice sin pensar, tuve un mega orgasmo, pues esa imagen de verlo amarrado me éxito y el exhibicionismo me puso a mil.

Le hacia sexo oral por periodos muy cortos siempre para hacerlo sufrir de placer…

Le vende los ojos y le pregunte si quería gozar como solo yo sabia hacerlo y me dijo que si, entonces fui a la cocina y tome una zanahoria pequeña, le puse un condón y con mucha saliva empecé a meteré la puntita en su hermoso y peludo ano, al principio me dijo que no le gustaba eso, así que tuve que taparle los ojos y la boca con una de sus corbatas que tenia en el guardarropa, la zanahoria entraba y salía de su ano suavemente y la metía poquito pues se veía que en sus 60 años su culo era virgen, estuve estimulando así hasta que sentí que se iba a venir, pero al sentir eso apreté la punta de su pene fuertemente con mis labios para que no se viniera, una vez que pude meter media zanahoria en su ano, sabia que era mi turno, así que sin mas espera me monte sobre el dejando la zanahoria en su ano y metí esa deliciosa y gruesa verga en mi coño y comencé a dar saltos en ella hasta que tuve un orgasmos, el me dijo que ya no aguantaba mas entonces me la saque y empecé a frotar con su hermoso glande mi clítoris y justo cuando se empezó a venir seguia frotándome mi clítoris con su hinchado glande su leche se esparcía por mi clítoris y le daba mas lubricación por lo que tuve un orgasmo digno de un gemido que se oyó en toda la cuadra. Obviamente no desperdiciaría esa lechita, por lo que con unas mamaditas lo deje rechinando de limpio.

Se que quedo fascinado y ahora es el quien me busca, pero como no le voy a dar el gusto cada que el quiera ahora lo hago sufrir, me llama mucho, me invita a comer etc, lo que el no sabe es que desde esa ocasión yo me la paso masturbándome día y noche pensando en aquel momento tan orgasmico que me hizo gemir como loca…

The post Con 20 años de edad, una calentura digna de mi edad y un maduro de 60… MMMMM pueden pasar muchas cosas appeared first on Relatos Porno | Relatos Eróticos : Comunidad de Historias de sexo gratis..

Dos chicas entusiasmadas en un cine, excitadas, deciden ir a magrearse al baño. Allí, las sorprenden el acomodador y la taquillera, abusarán de ellas

$
0
0

–¡Qué buena está!

En la enorme pantalla Rita Hayworth cantaba y se contorneaba dentro de un universo en blanco y negro al ritmo de “Put blame on mame”, agitando su melena de fuego, al tiempo que con inimitable sensualidad se desprendía de un guante.

–Te gusta, ¿eh? –Dijo Matilde.

–Sí –respondió Concha algo azorada.

–Pues dicen –continuó Matilde simulando un tono confidencial– que en la versión original, en la que no está censurada, se quita el vestido y se queda en bolas.

–¿En serio?

–Ajá. Pero dime, ¿te gusta más que yo?

Sin aguardar respuesta se giró y colocó un brazo sobre los hombros de Concha, mientras que la otra mano acariciaba el cuello, descendiendo hasta su casto escote.

–No… –una tímida sonrisa se dibujó en el rostro de Concha– Tú me gustas más.

Matilde la besó, soltándole el botón superior de la blusa e introduciendo su mano hasta alcanzar uno de los senos constreñidos por el rígido sostén. Sus lenguas se exploraron mutuamente en tanto los dedos de Matilde jugueteaban con el pezón.

–Nos puede ver alguien –se detuvo Concha, mirando preocupada a su alrededor.

–Tranquila. Casi no hay nadie. Es lo bueno de esta sesión: el cine está prácticamente vacío.

La mano de Matilde se deslizó bajo la falda de Concha, que inspiró con profundidad mientras los dedos ascendían, acariciando la tela de la media hasta alcanzar la piel desnuda de la ingle, por encima de la liga. Al notarlos posarse sobre sus braguitas Concha se revolvió inquieta en la butaca, vigilando de nuevo a su alrededor.

–Está bien –cedió Matilde–. Vamos al baño. Allí tendremos más intimidad.

El servicio de mujeres formaba una amplia sala algo avejentada pero –relativamente– limpia. Tras comprobar que no había nadie se metieron en una de las cabinas y volvieron a besarse. La mano de Matilde exploró de nuevo bajo la falda de Concha, esta vez por detrás. Sintió la suave piel de los muslos estremecerse bajo su tacto, palpó los glúteos bajo la braga de algodón y se introdujo en su interior para sumergirse en busca del tierno anillo de carne. Acarició el ano hasta que éste se abrió a sus estímulos, introduciendo suavemente en su interior el dedo corazón.

Notó la reacción de una Concha sumamente excitada que se pegaba contra su cuerpo, restregando sus tetas y recorriendo con sus ansiosas manos toda la anatomía de Matilde. Ésta le correspondió metiendo la otra mano entre sus piernas, pellizcando los empapados labios y buscando dentro de la cálida hendidura la familiar protuberancia del clítoris.

El golpe con que se abrió la puerta les hizo detenerse de súbito. Desde el vano les observaban el acomodador y la taquillera.

–Te lo dije –habló él–. Sabía que estas dos se metían aquí para hacer guarradas.

–¡Menudo par de viciosas! ¿No deberíais estar en clase en vez de haciendo “esto”? ¡Me dais asco!

Concha y Matilde, cohibidas, recompusieron sus ropas y mirando hacia el suelo intentaron marcharse, pero la pareja les bloqueó el paso.

–¡Alto ahí! –Ordenó la taquillera–. ¿Dónde os creéis que vais? ¿Pensáis que podéis comportaros como dos degeneradas y largaos de rositas? Para enderezaros habrá que aplicaros un buen correctivo.

Intercambió entonces una mirada con el acomodador, que se la devolvió con una sonrisa cómplice.

–¡Desnudaos!

Las chicas la miraron sin terminar de creer lo que acababan de oír.

–Ya lo habéis oído –intervino el hombre–. ¡Desnudaos!

Concha agachó la cabeza, a punto de llorar, pero Matilde mostró en su mirada voluntad de oposición.

–Ustedes no pueden…

–¡Escúchame bien, niñata! –Le cortó la taquillera– ¿Quieres que os denunciemos? ¿Queréis pasar la noche en el cuartelillo? Allí sí que os iban a quitar las ganas de hacer porquerías. ¿Y vuestros padres? ¿Os gustaría que se enteraran?

Impotente Matilde miró a Concha y comenzó a desvestirse. Su amiga la imitó. Se desprendieron de rebecas, blusas y faldas, hasta quedar en ropa interior.

–¡Todo! –Ordenó la mujer– Quitáoslo todo.

Dolorosamente se desprendieron de sostenes y bragas, quedando al fin desnudas –sólo les permitieron conservar sus medias– ante el libidinoso deseo del acomodador y la sádica satisfacción de su cómplice. Se regodearon ambos con su piel pálida, tersa, adolescente; en la estilizada y algo delgada figura de Matilde y en las suaves redondeces de la generosa anatomía de Concha. El escaso y fino vello púbico de ambas, arrubiado el de Matilde y oscuro el de Concha, era torpe y pudorosamente cubierto por sus manos.

–¡Poneos de rodillas! –Volvió a ordenar la taquillera.

Las dos chicas obedecieron manteniendo sus cabezas gachas, con las miradas fijas en las baldosas del suelo. El hombre se situó ante Matilde, echando mano de su bragueta para abrir la cremallera.

–Tú, flaca, tienes cara de estar hambrienta. Tengo una cosa aquí para que te lleves a la boca. Te va a gustar, seguro que eres toda una mamona.

Matilde compuso un gesto de repulsión cuando de la abertura surgió, rodeado de una espesa aureola de vello hirsuto, el pene semierecto.

–¡No! –Protestó con tono de impotencia, recibiendo un fuerte bofetón de la taquillera como respuesta.

–¡Zorra! Es la última vez que te lo digo: harás lo que se te ordene. Así que abre la boca.

Le sujetó la mandíbula con fuerza, obligándole a abrirla. El acomodador introdujo el miembro entre sus labios con un suspiro de satisfacción.

–¡Ah! Eso es. Vamos, chupa como tú sabes, putita.

Le agarró la cuidada melena color castaño claro para modular los movimientos de su cabeza, haciéndole deslizar su boca a lo largo del fuste, arriba y abajo, empapándolo de saliva y de líquido preseminal. La taquillera se volvió hacia Concha, que permanecía arrodillada en el suelo, temblando en silencio. Se colocó delante de ella, erguida con las piernas abiertas, bien ceñidas por la estrecha falda.

–Vaya, vaya. Con lo recatada que pareces y las guarradas que te gusta hacer, ¿eh? Bien, si te va comer coños te daré algo que te va a encantar.

Desabotonó entonces el lateral de la falda y se la quitó, mostrando unas anchas caderas y unos muslos robustos aunque bien moldeados, enfundados en sendas medias de costura posterior. Su blusa color crema de mangas cortas dejaba intuir dos grandes tetas que, embutidas en el sujetador de puntiagudas copas, asemejaban un par de misiles. Bajó la braga dejando al descubierto el velludo pubis y su coño abierto por la excitación, del que sobresalían unos grandes labios húmedos por sus flujos.

Cocha hizo ademán de apartarse, pero la taquillera aferró su cabeza y estrujó su cara contra la entrepierna.

–¡Vamos! No te hagas la exquisita. Seguro que te encanta comérselo a tu amiguita. ¡Chupa o te haré daño de verdad!

La chica obedeció, deslizando su lengua entre los tiernos y pegajosos pliegues, provocando un gemido de placer en la mujer.

–¡Eh! –Dijo el acomodador divertido–. ¿Seguro que ésta es bollera? ¡No veas cómo la chupa!

La taquillera profirió una carcajada.

Sacó entonces el hombre la polla de la boca de Matilde, haciéndole toser al tiempo que procuraba recupera el resuello, y la arrastró contra el lavabo, obligándola a apoyarse de frente contra la fría porcelana y las piernas abiertas. Pasó su mano por las nalgas, la introdujo en la raja y descendió hasta la vagina.

–Ahora te voy a aplicar mi “medicina”. Con un buen rabo entre las piernas se te curarán las ganas de hacer tortillas. ¡Es el tratamiento que les dábamos a los bujarras en el ejército!

Le abrió las nalgas y escupió en la hendidura. Con el dedo índice untó el ano y lo estimuló, dilatándolo hasta lograr introducirlo dentro. Continuó masajeándolo, y cuando consideró que estaba a punto colocó su polla contra el glandulado anillo y empujó. El acomodador disfrutó permitiendo que el miembro penetrara lentamente, sintiendo como el cuerpo de la chica se tensaba en un impotente intento de resistencia, hasta que su pubis pegó contra las nalgas de ella. Entonces comenzó a embestir, apretando sus velludos glúteos, cada vez con más fuerza y rapidez, provocando en Matilde gemidos de dolor que punzaban la excitación del hombre.

–¡Eso es! –Animó la taquillera, aún con la cabeza de Concha incrustada entre sus piernas– Dale lo suyo a esa zorrita. ¡Que aprenda lo que es un hombre!

El acomodador lanzó en respuesta un fuerte gemido y redobló la potencia de sus embestidas al correrse. Animada por el éxtasis de su compañero, la taquillera se llevó la mano al coño y frotó con fuerza el clítoris, tensando con fuerza los muslos.

–¡Ah, sí, chupa, puta, chupa! ¡Me corro, me corro!

El orgasmo lanzó un abundante chorro de fluido vaginal contra el rostro de Concha, que lo recibió sin moverse con gesto de asqueada congoja.

Satisfechos, permitieron que ambas chicas, cabizbajas y silenciosas, recogieran sus ropas y se vistieran ante las miradas lúbricas y regocijadas de sus abusadores.

–Ni se os ocurra contar nada de esto –les espetó la taquillera cuando abandonaban el cine– o será peor para vosotras. ¡Y no volváis por aquí, degeneradas!

Abrazadas una a la otra, y encogidas como si quisieran protegerse de una atmósfera hostil, caminaron deprisa sin fijarse en el enorme cartel promocional de la película situado bajo la marquesina, y desde el cual una imponente Rita Hayworth fumaba displicente e insinuante, casi obscena, ajena a la burda pintada roja que habían plantado sobre ella y en la que, junto a un goteante emblema de yugo y flechas, se leía la palabra “puta”.

The post Dos chicas entusiasmadas en un cine, excitadas, deciden ir a magrearse al baño. Allí, las sorprenden el acomodador y la taquillera, abusarán de ellas appeared first on Relatos Porno | Relatos Eróticos : Comunidad de Historias de sexo gratis..

MI PRIMERA VEZ FUE CON UN MADURO: El hombre que me hizo mujer es un tipo de 37 años, bien dotado y con unas formas de hacerlo buenisimas

$
0
0

BUENO POR MEDIO DE ESTE RELATO QUIERO CONTARLES LO QUE ME PASO HACE POCO CON UN TIPO QUE ME VUELVE LOCA…

Resulta que hace como 1 año yo llegue de Europa y un día con una tía decidí ir a un restaurante-bar con ella… yo no lo conocía pero me parecía un sitio súper agradable por que siempre que pasaba por allá se veía como bueno… bueno el caso es que cuando llegamos estaba un tipo de 1.75 cm. de estatura mas o menos, unos 70 Kg. Era muy guapo… tenia puesto un Jean y una chaqueta de Jean y debajo una camiseta blanca que resaltaba ya que su piel era bronceada.

Ese día quede enamorada de ese tipo, pero no sabia quien era, yo me imaginaba que era algún cliente de allá.

Pasaron los días y yo volví antes de irme otra vez para Europa, y allá lo volví a ver.

Después de un año, yo volví y quería ir a ese sitio, sentía como las ganas de ir, entonces le dije a una prima que si íbamos y ella ahí mismo acepto encantada.

Cuando estuvimos allá ahí mismo uno de los camareros me saludó como si me conociera, yo le pregunte que si era que me conocía y me dijo que se acordaba de mi, en fin… todo salio súper bien hasta que llego el… el se llama John Jairo y tiene 37 años, era un tipo que me agradaba muchísimo solo su físico porque no conocía nada mas de el, ni siquiera su voz, hasta que le dijo al camarero que si no presentaba a las amiguitas, en ese momento le escuche hablar y fue como si lo conociera hace mucho, las cosas quedaron así y yo volvía cada vez mas seguido.

Un día el camarero me llamo y me pidió el teléfono para dárselo a John Jairo y yo ahí mismo se lo di…

Al día siguiente me llamó Julián y me dijo que si quería salir a comer algo por ahí…

Yo encantada acepte, no lo dude.

Ese mismo día fuimos a comer a uno de los mejores restaurantes de la cuidad, todo muy bonito, tomamos cóctel y me pregunto que si quería ir a otro sitio o me llevaba a mi casa, yo le dije que todavía no quería irme a mi casa, que nos quedaba mucho por hacer, el me dijo que si íbamos donde el quisiera y yo le dije que si, que no me importaba.

Del restaurante salimos derecho a una autopista y nos tardamos bastante en llegar al sitio donde el tenia planeado llevarme, llegamos a un motel con nombre chino, era precioso, todo muy bonito… entramos y nos sentamos en un sofá muy cómodo y empezamos a charlar hasta que terminamos en la cama, el me preguntaba que si estaba segura de lo que iba a hacer, yo le respondí con un si, que no fuera a parar…

Empezó por quitarme la blusa y quedé en bracier y en pantalón, ya los zapatos me los había quitado en el sofá, yo estaba debajo de el… el se sentó encima mía y empezó a besarme por todas partes, yo cada vez me sentía mas caliente, no sabia que hacer, hasta que le quite la camisa y quedamos a pares, de un momento a otro el me sentó y me desabrochó el bracier y me volvió a acostar, cuando de repente empezó a besarme por todo el cuello hasta ir bajando, cuando llego al ombligo me bajo el pantalón y vio que tenia una tanguita, me quede así y tomé el control lo acosté y me subí encima de el, y le empecé a bajar el pantalón, quedo en bóxer, ahí ya volvió el a tomar el mando y yo quede otra vez debajo, estaba nerviosa pero con ganas de que me hiciera algo…

Ahí me quito la tanguita y empezó a acariciarme y a besar mi sexo… me sentía genial, era algo inexplicable…yo sentía que no podía estar mucho tiempo así, entonces el se quito el bóxer y empezó a coger su miembro y rozarlo por toda mi piel, quería sentirlo adentro yaaaa!!!!!

El me lamía todo mi sexo y yo el suyo, no me cabía en la boca, entonces después de un rato me dijo…

-creo que es hora de que llegue lo mejor- yo le respondí con un siiii, cuando lo iba a meter le dije que tenia un secreto… me pregunto que cual era y yo le dije q que era virgen y el se alegro mucho, le gustaba esa idea de hacer a una niña mujer, entonces empezó por introducir su miembro suavemente pero eso duele mucho!!!! Grité!!!

Poco a poco el dolor pasaba y cada vez quería que me lo metiera mas adentro, sentía como si lo hubiera hecho muchas veces…

Empezó a metérmelo cada vez más fuerte. Me sentía realizada, después de terminar nos quedamos dormidos y nos fuimos, yo me fui para la casa de mi tía porque supuestamente estaba allá, me acosté y dormí un poco pero no dejaba de pensar en lo que había sucedido, al día siguiente la escena se repitió, no aguantaba más!!

Pero me dijo que el quería que estuviéramos con alguien mas y yo acepte sin problema alguno, el llevo a una mujer, era excitante ver como se la metía a ella y como ella me lamía a mi…y viceversa, eso es lo bueno de una mujer… que sabe que es lo que uno quiere, me hacia sentir que iba a reventar. Paso un rato y la mujer esa se fue, pero yo seguí haciéndolo con John Jairo en el baño, estar mojados… es muy rico, nos acariciábamos y terminamos rápido, en fin…

Así pasaron las cosas durante 4 meses, después decidí terminar con esa relación que no me conducía a nada… solo al placer y yo no buscaba solo eso.

Pasaron 2 meses y lo volví a ver, al vernos sentimos la necesidad de estar juntos otra vez, sin casi hablar nos fuimos de aquel lugar para el mismo lugar en el que me hizo mujer.

Este es el momento que yo no me he olvidado de el… pero por lo menos se que con el… en cuestión de sexo estoy completamente satisfecha…

The post MI PRIMERA VEZ FUE CON UN MADURO: El hombre que me hizo mujer es un tipo de 37 años, bien dotado y con unas formas de hacerlo buenisimas appeared first on Relatos Porno | Relatos Eróticos : Comunidad de Historias de sexo gratis..

Viewing all 24 articles
Browse latest View live